En México los índices de violencia han “rebasado completamente” la capacidad del gobierno en materia forense, y ese elemento, sumado a la carencia de recursos humanos y materiales, la nula coordinación institucional y la falta de voluntad política de muchas autoridades, da por resultado que miles de cuerpos sean enterrados o cremados sin identificar ni determinar la causa de su muerte.
De acuerdo con especialistas y académicos consultados por La Jornada, en la mayoría de los casos no se siguen los protocolos básicos para el manejo e identificación de cuerpos, lo cual obliga a los familiares de víctimas de asesinato o desaparición a buscar ellos mismos a sus seres queridos o a “peregrinar” en varias morgues ante la falta de datos científicos.
Con información de La Jornada