Unos 650 alumnos de dos escuelas y personal de la Fiscalía General del Estado fueron desalojados ante el agresivo ataque de una nube de “moscos gigantes”, que desde el domingo en la noche azota la zona norponiente de esta capital, concretamente donde se localizan el Anillo Periférico y los fraccionamientos Francisco de Montejo y Ciudad Caucel, de los más populares de Mérida.
Las secretarías de Salud y de Educación reportaron que a causa de las lluvias de la semana pasada, una plaga de mosquitos recibió desde este martes a los estudiantes de amplia franja de la periferia meridana, desde la Preparatoria Estatal No. 8, ‘Carlos Castillo Peraza’, donde hay 500 alumnos, hasta el campus Poniente del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM), aunque aquí no fueron desalojados los estudiantes.
Pero, caso contrario, ante el acoso de los insectos voladores el Centro de Educación Artística ‘Ermilo Abreu Gómez’ optó por retirar a sus 200 alumnos para evitar una probable epidemia de dengue o chikungunya, pues ambas enfermedades ya han causado numerosas inasistencias de los estudiantes en las últimas semanas.
Y el plantel del Conalep III, con 450 alumnos, también resintió el ataque de los mosquitos, por lo que, como medida de protección a sus alumnos, los directivos decidieron retirarlos y procedieron a fumigar sus instalaciones.
También se informó que en diversos parques de la zona norponiente de Mérida, numerosas personas que asisten desde temprano a ejercitarse sintieron la presencia invasiva de los moscos entre la vegetación, y optaron por retirarse.
Ante esta situación del ataque de una “ola” de moscos gigantes, investigadores de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) reportaron que los insectos pertenecen a la variedad Aedes taeniorynchus y, aunque no transmiten dengue ni chikungunya, su piquete ocasiona hinchazón de cara y extremidades.
En la escuela Preparatoria Estatal No. 8 ‘Carlos Castillo Peraza’, fue necesario permitir la salida de varios alumnos con el rostro hinchado, tras los ataques matutinos de este mosco que, según los investigadores universitarios, procede de los manglares de Puerto Progreso y llegan a Mérida impulsados por los vientos.
Como el mosco Aedes aegipty, transmisor del dengue y del chikungunya, las hembras adultas del “mosco gigante” son muy voraces, presentan actividad diurna y nocturna, son antropofílicas (infectan al hombre) y zoofílicas (atacan cuerpos muertos), tienen capacidad de migrar hasta 50 kilómetros, lo cual les permite un amplio rango de dispersión.
El secretario estatal de Salud Jorge Mendoza Mézquita informó que investigan sobre la proliferación de moscos en el poniente de Mérida, aunque se reforzaron las acciones de abatización.
Con información de La Jornada