Para deshacerse de los mensajes en cadena que muchas veces inundan las correos electrónicos, éstos deberían trabajar como las hormigas, afirman científicos de la Universidad Stanford.
Deborah Gordon y Fernando Esponda reportan en la revista The Royal Society Proceedings B. que si se aplicaran las reglas del comportamiento de defensa de las colonias de hormigas en los servidores de internet, sería sumamente difícil que los spammers pudieran hackear una cuenta.
Lo curioso es que las reglas en las hormigas son muy similares a las que sigue el sistema de defensa del humano ante una infección, es decir, se trata de órdenes específicas de acción contra los invasores.
Para el caso de las hormigas, el trabajo se basa en el aroma de amigos y enemigos.
Estos insectos conocen el olor de sus compañeros del nido y los asocian como amigos. Los que huelan diferente son clasificados como enemigos.
Si una hormiga encuentra un sendero con un olor agradable, pero una sola molécula del aroma del enemigo llega a ella, se desencadena un ataque.
Es decir, la seguridad de la colonia se basa en el conocimiento colectivo de aromas.
“Ninguna hormiga conoce a todos los extranjeros, pero toda la colonia sabe cómo mantenerlos fuera la mayor parte del tiempo. No es un sistema perfecto, pero es muy eficiente”, precisa Gordon.
Para bloquear los mensajes de spam, los actuales servicios de correo electrónico intentan mantener una lista maestra de “buenos y malos” remitentes. Pero debido a que ésta cambia constantemente, es relativamente fácil para los hackear reincidir.
“Una red de distribución similar a cómo las hormigas y las células inmunes operan, podría ser una mejor defensa ante los hackers, ya que no pueden simplemente penetrar el código del sistema central”, añade la especialista en computación.
La especialista sugiere cambiar los marcadores en los correos electrónicos para que funcionen mejor.
Con información de Reforma