Voces del Periodista Diario

La Huida de Quetzalcóatl. Un homenaje escénico a Miguel León-Portilla

* La arquitecta y diseñadora Mónica Raya realiza una investigación en escena sobre el único texto dramático escrito por el historiador y filósofo Miguel León-Portilla

* Este proyecto universitario propone un acceso al estudio y comprensión del pensamiento náhuatl a través de los recursos de las artes escénicas

* La propuesta escénica, que hace un planteamiento filosófico sobre el tiempo, se presentará en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón, hasta el próximo 10 de diciembre de 2017.

* 13 artistas en escena, 26 atavíos, 17 movimientos de escenografía, 7 tramoyistas, 6 técnicos de iluminación, 3 vestuaristas, 4 operadores de sistemas de vuelo, son algunos de los integrantes del equipo que trabaja en cada función.

CIUDAD DE MÉXICO, 27 de octubre de 2017.- La Huida de Quetzalcóatl es la única obra dramatizada del doctor Miguel León-Portilla, escrita cuando el maestro emérito de esta casa de estudios tenía sólo 29 años de edad. El texto se refiere al mito que rodea la desaparición de Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl, sacerdote y gobernante de Tula, a quien se recuerda como el gran protector, gestor y desarrollador de las artes, la arquitectura, la orfebrería y la cerámica, en suma, una especie de héroe espiritual y cultural.

En este texto dialogado -escrito en 1952 y publicado en 2001–, el investigador presenta una conmovedora disertación filosófica en la voz del mítico sacerdote Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl, uno de los personajes históricos más ambiguos y contradictorios de Mesoamérica.

En el marco del homenaje que le rinde la UNAM a la trayectoria humanista del doctor Miguel León-Portilla y con la intención de abordar esta obra filosófica como una investigación en escena, la arquitecta y diseñadora Mónica Raya convocó a un grupo de artistas, actores, acróbatas y danzantes para indagar la performatividad contemporánea de este mito tolteca.

Es un proyecto universitario que hace una reflexión sensorial y colectiva para acercarnos al pensamiento náhuatl a través del texto de Miguel León-Portilla y los recursos de las artes escénicas. Fue realizado con la participación de más de 160 colaboradores, cuya edad promedio es de 39 años; la mayoría son egresados, investigadores, académicos y trabajadores de la UNAM. El evento se concretó gracias al apoyo de la Facultad de Filosofía y Letras, la Facultad de Arquitectura y CulturaUNAM, a través de la Dirección de Teatro.

¿Es posible escaparse del tiempo?

Con esta propuesta, que se presentará al público, hasta el próximo 10 de diciembre del presente año en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón, la creadora Mónica Raya plantea un acercamiento al pensamiento náhuatl poniendo énfasis en la originalidad y fortaleza de la obra filosófica de León-Portilla.
¿Cuál es el sentido del tiempo en la cultura náhuatl? ¿Cómo se representa en acción la cosmogonía de una cultura soterrada?

Raya considera que la aportación cultural de León-Portilla, no tiene límites: “Me atrevería a pensar que es de los primeros historiadores modernos que adelanta una preocupación política sobre la posibilidad o imposibilidad de la decolonización”, ha dicho.

Lo más asombroso del trabajo de León-Portilla es el  alcance y la originalidad de su planteamiento, cuando afirma la existencia de un pensamiento filosófico complejo que es performado en los versos de los cantares mexicanos: una manera de entender el mundo, de vivir la vida, un código moral, religioso y militar de una cultura que hablaba y cantaba en náhuatl, refiere la investigadora.

Esta parte de su obra, añade, es absolutamente fascinante, porque muchos de nosotros tan colonizados por el Occidente hemos menospreciado la filosofía y poesía náhuatl. “La imposición de otra religión y otros valores cortaron de tajo una serie de preceptos que León-Portilla indaga, rescata, traduce y publica”.

El montaje, que requirió cerca de un año de preparación documental y más de 300 horas de ensayos, pruebas y reuniones de trabajo, es resultado de una creación escénica arriesgada, dado que las fuentes originales son variadas y contradictorias refiere Mónica Raya. Los rituales y las fiestas aparecen registrados en los códices, los cuales a su vez fueron interpretados por los frailes que los copiaron y modificaron en su momento; por lo que el material con el que se cuenta no conserva pureza alguna, y esto me tranquiliza porque en esa medida, tampoco el montaje puede aspirar a tener pureza, dice la creadora.

La nuestra, es la interpretación en escena de un pequeño tratado de filosofía náhuatl imaginado por un joven egresado de nuestra Universidad. Al parecer otros estudiantes hicieron montajes para presentarla, pero parece que la obra estaba esperando una oportunidad para presentarse en un formato espectacular. La adaptación del texto se realizó grupalmente, con el apoyo de la dramaturgista y las observaciones del elenco, considerados copartícipes en la investigación. Se eliminaron reiteraciones y se redistribuyeron parlamentos para que la discusión filosófica fuera más dinámica, pero fuera de eso, el contenido esencial del texto está intacto.

El propio León-Portilla estableció la línea estética de la puesta en escena, pues solicitó trabajar con base en el Códice Borbónico, cuyos facsímiles se consultaron en el Instituto de Investigaciones Históricas; sin embargo, la directora de escena extendió sus investigaciones, particularmente en cuanto a los atavíos, a otros códices y otras fuentes.

Raya comenta que existen muchas versiones del mito, pero la que se presenta en este proyecto –a diferencia de la interpretación intelectual y estudiada de un mural o una serie de esculturas- es una interpretación en acción, una creación en movimiento, un texto sonoro, incorporado, espacializado, danzado, musicalizado y performado. Para los atavíos, por ejemplo, se escogió un sincretismo de materiales naturales y sintéticos, una hibridación de lo que se usaba entonces con materiales de ahora, una interpretación libre de lo que se recabó en las imágenes referenciales.

Para Mónica Raya uno de los retos principales es indagar qué tan espectacular puede ser la filosofía náhuatl, y corroborar si es posible impactar a un público que está más expuesto a colonización cultural de las series que ve en sus pantallas, que está acostumbrado a ver digitalizados personajes y monstruos de mundos que no existen. A la creadora le interesa convocar a un público curioso, en rebeldía con los modelos culturales importados, a un público que esté dispuesto a replantear su relación personal con sus orígenes.

La pretensión final es que el público que venga a ver La Huida de Quetzalcóatl se haga preguntas, todas las que quiera, porque esto es una disertación filosófica en escena, una disertación filosófica en acción.

El grupo está conformado por artistas de diversas generaciones y escuelas: Alfonso Cárcamo, Ginés Cruz y Juan Carlos Vives son egresados del CUT; Luis Lesher, Julio Escartín, Diana Reséndiz, Andrea Pacheco y Adriana Vadillo estudiaron en el Colegio de Literatura Dramática y Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras. Muriel Ricard y Aris Pretelin son profesoras del mismo colegio.

Dentro del elenco también participan Gastón Yáñez y Miguel Ángel López, reconocidos por su trabajo con Teatro de Ciertos Habitantes. Los danzantes y acróbatas son Gustavo Sanders, Priscila Solórzano, Daryl Guadarrama, Pablo Gálvez, Omar Cervantes y Nikú Barmat. La pintura corporal es creación de Amanda Schmelz, y la fotografía es de Andrea López. El diseño sonoro y las intervenciones musicales están a cargo de Rodrigo Castillo Filomarino, y desde el Mictlán parte de la música es de Jorge Reyes; la escenografía digital es de Ary Ehrenberg y Medusa Lab. El diseño gráfico es de Sergio Carreón y las fuentes documentales y visuales son más de 50.

Durante el proceso de la investigación escénica se consultaron a distinguidos investigadores universitarios, como la doctora Juliana González, la doctora Mercedes de la Garza, el doctor Eduardo Matos Moctezuma y el doctor Alfredo López Austin, entre otros.

La Huida de Quetzalcóatl se presentará del hasta el próximo 10 de diciembre de 2017, los jueves y viernes a las 20:00 horas; sábados a las 19:00 horas y finalmente los domingos a las 18:00 horas en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario. Admisión: $150.00 con descuento del 50% a estudiantes, maestros, UNAM, INAPAM, y jubilados del ISSSTE e IMSS con credencial vigente. Jueves de $30.00

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