Por Eder Zárate
CIUDAD DE MÉXICO, 29 de junio de 2018.- A partir del humor, la puesta en escena Una cosa descaradamente buena, escrita y dirigida por Misael Garrido, busca generar una crítica del cotidiano urbano en nuestra ciudad y demostrar como el estrés somete al individuo común y corriente, en este caso, con la historia de Ramón.
Ramón un hombre de clase media que despierta con la novedad de que su esposa no está, en su intento por buscarla una serie de situaciones bastante ordinarias lo orillan a perder por completo el control, lo que provoca que por este día y sin ser su intención, el tome el papel de un justiciero que lucha por los derechos de las personas comunes como el o como cualquiera de nosotros.
Esta obra estrenada originalmente en el año 2016, ha pasado por una serie de espacios como Un Teatro, Sala Novo, Casa Actum y Carretera 45, y en esta ocasión se presentó durante cuatro semana en el Teatro La Capilla con la frescura y dinamismo que la caracteriza.
Después de haber visitado varios festivales nacionales, en esta ocasión, esta nueva temporada, la obra contó ahora con las actuaciones de Camila Torres-Cantú y Daniel M. Cervantes, se presentó a lo largo de cuatro funciones durante el mes de junio los días jueves en el Teatro La Capilla.
La producción de este pequeño gran montaje corre a cargo de la compañía Nosotros También, fundada en el año 2014 con el afán de hacer creaciones de carácter colectivo con contenido de crítica social y política para propiciar la reflexión del entorno con un buen toque de humor negro.
La dirección corrió a cargo de nueva cuenta por parte de Misael Garrido (autor), dramaturgo y actor ecuatoriano, quien es autor de obras como Jautulib indierd, Cazar panteras, 2022 (hijos de puta) y Personas haciendo cosas. Ha participado con sus obras en festivales como el “Teatro de calle” en Zacatecas, “Fronteras en tránsito” de San Luis Potosí, “Festival de teatro para el fin del mundo” en Tampico y “Festival de desmontajes teatrales” en León, Guanajuato.
Es así de esta manera que la puesta en escena Una cosa descaradamente buena terminó su breve temporada en el Teatro La Capilla durante la noche de ayer.