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Esta noche, ante Bradley, podría ser la última pelea de Pacquiao

Aunque nadie dude de su calidad, aunque nadie niegue que ha tenido victorias grandiosas en su carrera, a los 37 años y con un año de inactividad, esta noche regresará a los rings el filipino Manny Pacquiao (57-6-2, 38 KOs) ante el zurdo Timothy Bradley (33-1-1, 13 KOs), en lo que se presume, será la última pelea de su carrera de 21 años en los cuadriláteros.
Su rival en turno, quien no ha querido aceptar que ha sido un accidente en el camino del filipino, Bradley, seguramente tratará de que la carrera de Pacquiao llegue a su fin y que no se vaya por la puerta grande. Es difícil analizar cuál es el estado en el que se presentará el filipino, considerando que hace un año ante Floyd Mayweather se vio intenso, rápido, pero ya no con esa pavorosa pegada que le valió tantos triunfos en su trayectoria.
Pacman y Bradley se vieron las caras en dos ocasiones previas, en el 2012 con la más discutida victoria que se recuerde, y mire que son muchas las que tenemos presentes, en el boxeo a favor del moreno, mientras que en la revancha, celebrada en 2014, Manny salió adelante con una decisión unánime indiscutible y con un rival que fue por momentos altamente competitivo. No había razón para una tercera pelea, se sabe que Pacquiao es mejor que su adversario de hoy. Ya lo fue durante 24 rounds, pero hay preguntas que quedan en el aire.
¿Será verdaderamente la despedida de Pacquiao? ¿Cómo llegará después de haber sido derrotado en la pelea más importante de toda su carrera? ¿Qué es lo que sobrevive del filipino a los 37 años?… Porque como comentábamos líneas arriba, lo vimos muy rápido el año pasado, como en sus mejores noches, pero aparentemente ya sin la pegada brutal que tuvo en su momento.
Al final del día, la pegada no debería de ser una preocupación, su rival ha ganado sólo 13 de 33 combates por la vía del nocaut, no es un ponchador a pesar de su físico y lo mejor que tiene ya lo vimos en la primera pelea cuando se escondía en las cuerdas o se alejaba en trayectorias opuestas a las que Pacquiao está acostumbrado, incluso chocando con él. Para Bradley es todo que ganar, para Pacquiao es irse por la puerta del costado.
A pesar de las versiones de que el filipino quiere hacer otra pelea después de esta, el mes próximo en Filipinas él es candidato al senado y parece que ya llegó el tiempo de decir adiós. Aunque es una realidad que ni su entrenador Freddie Roach sabe la verdad, pero de pronto daba nortes de lo que puede suceder pues “está entrenando como si fuera su última pelea, aunque yo no sé si así sea”.
Por la forma en la que Pacquiao atrajo la atención del mundo del boxeo los últimos años, seguro que él espera despedirse hasta con fuegos pirotécnicos, con una victoria contundente, la mejor manera de bajar la cortina e irse. Somos muchos los que creemos que Bradley no tiene la categoría ni los recursos para salir con la mano en alto.
Un duelo adicional se llevará a cabo en las esquinas, Freddie Roach, discípulo del legendario Eddie Futch enfrentará a Teddy Atlas, discípulo de Cus D’Amato, el hombre que encumbró a Sonny Liston y a Mike Tyson. Roach ha estado 32 veces en la esquina de Pacquiao, y Atlas subirá por segunda ocasión al ring dirigiendo a Bradley. Mucha diferencia, por más que se conozcan de muchos años atrás. Atlas estará dirigiendo su primera pelea de campeonato mundial desde que llevó a Michael Moorer a ganar el título mundial completo, luego se fue a trabajar a la televisión.
Otro punto interesante para quienes detestan la informalidad y el abuso de la existencia de múltiples organizaciones que sancionan el boxeo, es que Pacquiao ha dominado en cuatro divisiones, mientras que Bradley, quien ha sido “campeón” del mundo en dos ocasiones, nunca ha recibido el crédito de ser un verdadero campeón, pues sus coronas fueron avaladas por un organismo de poca importancia, exceptuando cuando ganó y luego renunció a la corona del CMB en peso superligero ante Devon Alexander.
En Las Vegas ronda hoy miles de camisetas con dos palabras impresas: “Manny knows” (Manny sabe), la gran pregunta es si el filipino, elevado a leyenda aun antes de haberse retirado, sabe qué le deparará el destino en el mundo del boxeo si esta noche no sale con la mano en alto.
Aunque en la opinión de algunos colegas del mundo del boxeo, la única verdadera pregunta digna de responderse es ¿Qué tan grande sigue siendo Pacquiao?… La respuesta vendrá esta noche y puede ser definitiva.
pacquiao contra bradley 
(Nota de Edgar Valero para La Crónica)

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