Voces del Periodista Diario

Habrá duelo ofensivo, aéreo, en el Superbowl número LI

La memoria no nos traiciona. Nadie puede olvidar a los “Monstruos del Midway”, los Osos de Chicago del 85 con John Perry, o a la brutal defensiva de los Cuervos de Baltimore del 2000 y Ray Lewis, o apenas el año pasado Von Miller y los Broncos del 2015. Sí, pareciera que la defensiva es el nombre del juego a la hora de la verdad. Todos esos equipos tuvieron un Jugador Más Valioso del Superbowl proveniente de su prominente defensiva.

Pero este año las reglas cambiaron, porque además, como muchas más veces en los 50 años de Supertazones, será un jugador ofensivo, presumiblemente un quarterback, quien se lleve esa nominación, sobretodo porque peleando por un boleto aparecen cuatro de los mejores pasadores de la historia, aún cuando uno de ellos, Matt Ryan en Atlanta, no tenga todavía un anillo de Superbowl.

 

FIN DE SEMANA DE ENSUEÑO

Los aficionados a la NFL tendrán la oportunidad de disfrutar un fin de semana donde podrán presenciar el mejor futbol americano ofensivo de tiempos recientes. Los cuatro finalistas, Brady, Rodgers, Roethisberger y Ryan, juntos, podrían pelear por un espacio en la historia, como el mejor cuarteto ofensivo de la NFL, y quienes lleguen al Superbowl, argumentar que se trata del mejor duelo, mano a mano, en las 51 ediciones que se completarán el 5 de febrero en Houston.

Los equipos de casa suelen ser los favoritos, y aunque hay razones para pensar que así debería de ser, y por ello en los books en Las Vegas, Nueva Inglaterra y Atlanta tienen una ventaja de 5 puntos en las líneas, Pittsburgh y Green Bay ganaron como visitantes ante dos campeones divisionales que en teoría, habían tenido un mejor desempeño que el suyo, Kansas City y Dallas.

 

LOS PROTAGONISTAS

Luego de cuatro semanas de suspensión por el famoso “Deflagate”, Tom Brady regresó para imponer una nueva marca en la relación de pases de anotación con 28, a cambio de sólo dos intercepciones. El pasador de los Patriotas completó 67.4 por ciento de sus pases y finalizó la temporada regular con un rating de 112.2, algo absolutamente absurdo para un quarterback de 39 años.

Ben Roethlisberger sufrió una lesión a media temporada que provocó que perdiera dos partidos, pero aún así alcanzó a pasar 3,819 yardas y completó 29 pases de anotación.

Matt Ryan por su lado, tuvo en la campaña del 2016 los mejores números de su historia, lideró a las NFL con 4,944 yardas por pase y fue líder en los departamentos de yardas ganadas por intento, porcentaje de anotaciones por número de intentos, yardas ganadas por pases completos y rating como pasador.

Aaron Rodgers por su parte, tuvo una segunda  mitad de temporada de ensueño, ha ligado hasta ahora 9 victorias, y espera regresar al Superbowl en donde ya una vez derrotó a Roethlisberger y los Steelers, habiendo ganado la designación del Jugador Más Valioso luego de sus 3 pases de anotación, y tras sumar récord tras récord en el equipo de Green Bay, nadie puede dudar de su estatus histórico como uno de los mejores pasadores que haya visto la NFL.

 

A FONDO

Nadie duda que los Patriotas, aún sin una enconada rivalidad, conocen de sobra a Ben Roethlisberger,  y Roethlisberger conoce de sobra a los Patriotas. Hace 12 años el fin de semana de Halloween el Big Ben se hizo notar cuando rompió la racha de 21 victorias consecutivas de los Patriotas. Pero 11 semanas después, Nueva Inglaterra fue a Pittsburgh a ganar el campeonato de la AFC.

Esta temporada, de nuevo en el Heinz Field, los Patriotas derrotaron a los Acereros 27-16. Y Roethlisberger tiene este año dos de las mejores armas con las que jamás contó de manera simultánea: Un gran corredor Le´Veon Bell y el mejor receptor de la liga, Antonio Brown. En esa semana siete, los Patriotas detuvieron a Bell en 81 yardas y a Brown en 106. Pero en ese juego no estuvo el Big Ben.

Presumiblemente, Nueva Inglaterra querría hacer lo mismo que hicieron los Jefes el fin de semana pasado, detener a Pittsburgh de forma que sólo se haga presente su pateador. No pases de anotación. No carreras de touchdown. Solo que Chris Boswell, quien en la semana siete hizo tres goles de campo, en el juego ante Kansas hizo seis que fueron suficientes para una victoria 18-16 de los Steelers.

El cerebro privilegiado de Bill Bellichick sabía que si detenía a Bell en ese partido, lo demás estaba solucionado, porque Landry Jones, el quarterback sustituto de Pittsburgh no sería un problema, ni siquiera contando con Brown, y así fue. Darius Heyward-Bey hizo el único touchdown del partido para los locales, un receptor que sólo tuvo 60 yardas en la temporada. Y así será el domingo. Detener a Bell, cubrir a Brown, lo demás será lo de menos, a pesar de las conocidas habilidades de Roethlisberger de hacer una jugada donde ya no quedan sino cenizas del snap.

Y del otro lado, si Tom Brady obtiene la protección que necesita de su línea ante una no tan poderosa defensa visitante, ampliará su récord a 10-2 en contra de los Steelers. La defensiva secundaria de Pittsburgh no es algo de lo que debe preocuparse un pasador fino y efectivo como Brady, así que si le contienen la presión, seguramente acabará conectando dos o tres pases a las diagonales. Recordar que no estará Gronkowski, pero sí estarán Edelman y los demás, eso podría ser suficiente para equilibrar a una poderosa ofensiva con una trastabillante defensa de los Patriotas.

 

EN BUSCA DE RESPETO

Ryan es sin duda ya una estrella consumada en Atlanta. En medio de la nostalgia que se pudiera llegar a sentir porque los Halcones jugarán por última vez en el Domo de Georgia, la verdad es que el pasador de Atlanta ha tenido una de las mejores temporadas de su vida, aunque el número de victorias no lo avale, con 11 contra las 13 que ha tenido en un par de ocasiones a lo largo de sus nueve años en la NFL.

Ryan ha contado para llegar a estas instancias, con el que podría ser considerado el mejor receptor abierto de la Conferencia Nacional, Julio Jones, cuyo backup, Mohamed Sanu y el tercero en la deep chart, Taylor Gabriel, han abierto un océano de posibilidades a un jugador con ansias por enviar el balón tan lejos como sea posible. Si a las estadísticas de la temporada regular se le sumaran las de la postemporada, ahora mismo, Ryan podría presumir de más de 5 mil yardas esta campaña.

Pero no sólo es el ataque aéreo lo que ha resuelto los problemas de balance de los Halcones, Devonta Freeman quien se supone es el líder del ataque terrestre, fue además el tercer mejor receptor de Atlanta esta temporada.

Matt Ryan es sin duda, uno de los más sólidos, o el más, candidato a ganar la designación como el Jugador Mas Valioso de la NFL en esta temporada, y después de haberlo visto desmantelar a Seattle el pasado sábado como lo hizo en el Playoff Divisional, no sería de ninguna manera una sorpresa su designación. Los Halcones aún sueñan con regresar al Superbowl, algo que no sucede desde hace 19 años cuando fueron derrotados por los Broncos de Denver de John Elway, y eso es mucho, mucho tiempo…

Por su parte Aaron Rodgers, quien luego de ser seleccionado en el 2005 por los Empacadores pasó los siguientes tres años aprendiendo y estudiando  a uno de los más grandes pasadores en la historia de la NFL, Brett Favre, se ha robado ya su parte de la historia. Una historia que incluso tiene sus páginas más brillantes en el hecho de haber derrotado a otro ahora mismo, ya, casi legendario quarterback como Ben Roethlisberger en el Superbowl hace 5 años.

Si los números de Ryan en la temporada lo ubicaron como el mejor, en estos instantes, Rodgers es el mejor, lo cual es fácil advertir. Tras la derrota con Washington el 20 de noviembre, Green Bay no ha vuelto a perder. Suma ocho victorias consecutivas y el triunfo obtenido el fin de semana pasado ante Dallas, fue una de las mejores actuaciones que haya tenido un quarterback en postemporada en mucho tiempo.

Rodgers hizo el trabajo con maestría haciendo olvidar que no estaba en el terreno Jordy Nelson. Y lo hizo haciendo brillar a otros como Randall Cobb, Devante Adams, Richard Rodgers, Geromimo Allison y Jared Cook. Es evidente que ninguno de ellos es equiparable a Gronkowski o Edelman o Antonio Brown, pero con ellos, fue capaz de derrotar al mejor equipo de la Conferencia Nacional en la campaña. Tampoco estaba Eddie Lacy, pero Ty Montgomery completó la misión.

Cualquiera que tenga una duda de si están los mejores quarterbacks de la campaña en los Juegos de Campeonato, quizá debería de reflexionar un poco sobre lo que aquí les comentamos. Sí, definitivamente están los mejores, y si Rodgers había quedado a deber en la temporada regular, ya pagó la factura y está aquí, porque lo merece.

(Nota de Edgar Valero Berrospe en Boston para La Crónica)

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