Voces del Periodista Diario

Triple de López Obrador ante pitcheo de “Chito” Ríos que vació la casa

Por José Luis Simón

MÉXICO (Notimex) 09 de septiembre de 2018.- Es la séptima entrada, la casa está llena, en el montículo el inmortal de los ponches Jesús “Chito” Ríos lanzó la bola y en la caja de bateo Andrés Manuel López Obrador dio leñazo, la pelota pegó en la barda, se vació la casa y el toletero llegó a tercera base.

La historia la cuenta Héctor García Antonio, quien entrena al presidente electo de México y acude a ese hecho para ejemplificar el poderío que tiene Andrés Manuel con el bat, y de esta forma evitar palabras que pueden interpretarse de que quiere quedar bien con su jefe.

Es 2008, López Obrador tiene, como siempre, un equipo fuerte en la Liga de Veteranos de Los Tranviarios y García Antonio le llamó a su amigo “Chito” Ríos, quien con dos mil 549 ponches posee el récord en el beisbol profesional mexicano, para reforzar su novena de Iztapalapa.

“En buena lid siempre le queremos ganar y a él no le gusta que contra él se afloje el juego, le gusta que le jueguen fuerte, y eso a nosotros nos motiva, y sinceramente todos le queríamos ganar esa vez y él lo sabe”, compartió el licenciado en educación física.

Jesús llevaba como dos años en retiro profesional y todavía tenía el brazo caliente; dominó a López Obrador, en el primer turno al bat, con una rola, y con un ponche, en la segunda, y la casa se llenó en la séptima entrada por Los Amigos, el nombre del equipo del actual presidente electo, quien le tocó otra ronda a la ofensiva.

Héctor fue a la plática en el montículo con Jesús y le dijo que Andrés Manuel “es un excelente tocador, es un maestro”, y la respuesta del serpentinero oaxaqueño fue: “no te preocupes, todo lo tengo bajo control”.

En la caseta de Los Amigos, el mánager Alfredo “Zurdo” Ortiz mandó la señal de toque de bola, López Obrador asintió, el “Chito” envió su esférica y “¡Oh, sorpresa!, Andrés Manuel no se cuadró, al contrario, hizo el swing, le pegó a la pelota y la mandó a la barda. Todo mundo a correr. Pudo llegar a home, pero lo frenaron en tercera base”, rememoró.

Héctor García Antonio, quien es subdirector de actividades deportivas en la Delegación Cuauhtémoc, fue dado a conocer públicamente el 23 de agosto pasado como entrenador de Andrés Manuel López Obrador, a través de un video de la práctica del próximo jefe del ejecutivo mexicano.

Nuestro presidente electo es un deportista de excelencia, apasionado del beisbol, lo juega de manera rutinaria y es muy disciplinado en sus entrenamientos, y quiero que sepas que, antes de grabar ese video, ya tenía como hora y media de hacer calentamiento”, comentó García Antonio.

Agregó que “ese día surgió la idea de mandar un mensaje por parte de su equipo de trabajo, y la verdad en ese momento no dimensioné lo que iba a ocurrir, yo estaba lanzando la bola y después del video, como a las dos horas me cayó el ‘veinte’”.

Como expreparador físico de Tigres recibió llamadas de Estados Unidos, República Dominicana, Puerto Rico y Venezuela, entre otras partes del mundo, y muchas de territorio mexicano.

“No había dimensionado (tal impacto hacia mi persona). Lo dimensioné después del efecto. Sinceramente todo era parte de la rutina, del día a día”, expresó.

Cuestionado sobre qué bola le gusta que le lancen al próximo mandatario mexicano, explicó que para él, como a un profesional, amateur o infantil, se le lanza la más frecuente, la bola recta, y más en situación de entrenamiento.

Abundó que a través de esa pitchada se trata de ajustar la velocidad y dinámica, para que el contacto sea sólido y, sobre todo, la mecánica de bateo, de movimiento, tenga una secuencia sana.

El presidente electo, cuando entrena, es muy exigente, me dice ‘lánzame más fuerte’ y en el video hizo el comentario de ‘pura moña, Héctor’, es decir pura curva”, dijo.

El entrenador compartió que “a él no le gusta que lo esté consintiendo, a él le gusta que de repente lo sorprenda con una curva, con un cambio de velocidad, luego la recta y movérsela a las esquinas”.

Agregó que “le gustan los retos, y aunque sean prácticas a él le gusta vivir una sensación y situación de juego, porque en un encuentro lo pueden sorprender con una ‘moña’, porque le gusta macanear la moña o la recta”.

“Quiero que sepas que se ha llegado a abrir la cabeza, le ha pegado en su rostro alguna pelota fuerte y no se dobla ni se sale del campo, sigue jugando. Alguna vez también se fisuró el dedo meñique izquierdo y no se dobla. Él juega fuerte, él se tira de cabeza, hace barridas de abanico, él rompe la doble matanza…”, concluyó.

VP/Deportes/EZ

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