Voces del Periodista Diario

Analizaron las influencias rurales y literarias de Mauricio Magdaleno en la Cineteca Nacional

* El investigador Conrado J. Arranz fue invitado a comentar Río Escondido como parte de Charlas sobre cine y literatura

* El tránsito de la ciudad al campo es un cambio de lo real a lo simbólico en la película: Arranz

Por Eder Zárate

CIUDAD DE MÉXICO, 16 de mayo de 2018.- Como parte del ciclo Charlas sobre cine y literatura, dedicado este mes al trabajo como guionista de Mauricio Magdaleno, la Cineteca Nacional proyectó una de las cintas emblemáticas del director Emilio “El Indio” Fernández: Río Escondido (1948). Para analizarla con el público, la actividad estuvo a cargo del investigador en Literatura Hispánica, Conrado J. Arranz. El evento se realizó el pasado lunes 14 de mayo en la Sala 4 Arcady Boytler.
 
El décimo octavo trabajo cinematográfico de Magdaleno expuso ideales políticos en cuanto a la educación y la injusticia en el México rural. “En la historia hay un tránsito maravilloso de la ciudad al campo. Desde el punto de vista estético también representa un cambio de lo real a lo simbólico. Además, se realiza a través de la aparición de un tren como un elemento que es representativo de la modernidad”, puntualizó el académico.
 
Río Escondido es un melodrama en donde una maestra, interpretada por María Félix, llega al pueblo de Río Escondido por encargo del Presidente de la República para encargarse de la escuela que lleva meses cerrada. Luego de su llegada, debe enfrentar al cacique Regino Sandoval, quien explota y niega el agua a los campesinos del lugar.
 
“La película tiene una importante influencia literaria y autobiográfica del guionista. Esta última, radica en que él, por un tiempo, también fue maestro rural después de la lucha vasconcelista”, comentó Arranz. La inspiración literaria, de acuerdo al propio Magdaleno, fue la novela que publicó en 1937, El resplandor, ambientada en un pueblo hidalguense olvidado por las promesas de la Revolución Mexicana.
 
En cuanto a los logros formales de la película, Arranz exhortó al público a reconocer el esfuerzo del equipo de producción por haber escenificado un guion tan literario: “La escena de la mujer que fue enterrada por viruela es muy narrativa. El escenógrafo, Manuel Fontanals, exiliado español que trabajó en varias películas del Cine de Oro Mexicano, realizó cabalmente este reto”.
 
Al concluir el rodaje de Río Escondido, explicó el investigador, corrió el rumor de que el presidente Miguel Alemán no autorizaría la proyección. “Emilio y Mauricio estaban asustados, pensaron que habían hecho un film revolucionario, pero gubernamentalista”. Por lo mismo, el cineasta y el novelista se entrevistaron con el mandatario, quien les pidió incluir una nota en el inicio del filme que aclarara que los acontecimientos narrados no habían ocurrido durante su presidencia.
 
Charlas sobre cine y literatura continuará el próximo lunes con la proyección de Salón México (Emilio Fernández, 1948), comentada por el escritor y ensayista mexicano Eduardo Antonio Parra. El acceso a la función y a la charla es gratuito; las cortesías de entrada se reparten en la taquilla 5 de la Cineteca Nacional.

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