* Ofrecerá dos programas especiales el próximo jueves 14 de diciembre de 2017.
Por Eder Zárate
CIUDAD DE MÉXICO, 12 de diciembre de 2017.- Pocos espacios independientes logran sobrevivir y mantenerse como un referente en la formación de nuevas generaciones de artistas escénicos en México. El Ema Pulido Estudio de Danza es una de esas excepciones que, durante cuatro décadas, ha sido una plataforma de talento nacional en el arte del cuerpo en movimiento.
Este centro formativo celebrará su 40 aniversario con dos funciones especiales el jueves 14 de diciembre en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque: El amor después de la vida a las 17:00 y Clausura del 40 aniversario del Ema Pulido Estudio de Danza a las 20:00.
El Estudio ha encaminado a jóvenes en danza, canto y teatro de manera integral. Además, ha capacitado y entrenado a profesores nacionales y extranjeros para su profesionalización. Su directora es Ema Pulido, pionera de la danza jazz en México y formadora de nuevos públicos para esta disciplina.
“Siento un gran agradecimiento a mis maestros, a los alumnos y a la gente que ha creído en mis proyectos; a mis amigos y enemigos”, comenta en entrevista la maestra Pulido, quien posee una trayectoria de más de 50 años como bailarina, coreógrafa, docente, creadora escénica y productora.
Refiere que la libertad de expresión ha mantenido a su estudio como un referente en México y le ha dado un sello único. “Estoy abierta a todas las manifestaciones artísticas y a manejar una educación integral con disciplina y amor a la danza”.
Sobre los programas que presentará en el Teatro de la Danza, explica que El amor después de la vida es un homenaje a figuras de la danza, la música y la poesía que han dejado una enorme huella después de su partida, como Vaslav Nijinsky, Isadora Duncan, Amalia Hernández, Agustín Lara, Chabela Vargas, Celia Cruz, Elvis Presley, Michael Jackson, Juan Gabriel, Violeta Parra y Jaime Sabines.
Clausura del 40 aniversario del Ema Pulido Estudio de Danza es un recorrido por la historia de este centro formativo y será interpretado tanto por sus egresados que ya son unos profesionales de la danza, como por alumnos actuales.
“Simplemente busco que los públicos se emocionen con la danza y se identifiquen con ella”.
Por último, la ganadora de la medalla Una vida en la danza, otorgada por el Instituto Nacional de Bellas Artes, y del Premio Guillermina Bravo por su trayectoria como productora y docente, habla de los retos que asume su estudio para los próximos años: “Motivar y formar a maestros de danza para las generaciones futuras y acentuar la atención en la infancia y la juventud. Asimismo, promover nuestros valores como seres humanos”.