En el marco de su primera reunión cara a cara, que se celebró este miércoles en la ciudad suiza de Ginebra, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo de EE.UU., Joe Biden, acordaron el regreso de los embajadores ruso y estadounidense en Washington y Moscú a sus respectivas embajadas, así como el inicio de un diálogo bilateral en el ámbito de la estabilidad estratégica y de consultas sobre seguridad, mientras que abordaron varios temas actuales, entre ellos las relaciones bilaterales y los derechos humanos.
Durante los últimos días, la cumbre estuvo en el foco de la atención de la comunidad internacional y, como cabía de prever, provocó una gama de reacciones de políticos, expertos internacionales y medios.
Políticos internacionales
El presidente de Suiza, Guy Parmelin, declaró que la decisión para restablecer a los embajadores “ya es una señal positiva”.
Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, citado por el diario Global Times, destacó que el país asiático siempre insistía en que los Estados poseedores de armas nucleares deben reducir “conjuntamente el riesgo de la guerra nuclear”.
El canciller de Austria, Sebastian Kurz, saludó la cumbre y declaró que el regreso de los embajadores permitirá abrir canales de diálogo entre las dos superpotencias. El político acentuó la importancia del diálogo también para defender los intereses de la UE y evitar una nueva espiral descendente en las relaciones, se deben “mantener abiertos los canales de comunicación” con Rusia. “Solo habrá paz en Europa con Rusia y no contra ella“, enfatizó Kurz.
Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de Austria también elogiaron el acuerdo de continuar negociaciones sobre el control de armamentos, así como sobre la ciberseguridad, tachándolo de “un paso importante”. “La estabilidad y previsibilidad son las prioridades principales. Si estos dos elementos están presentes en las relaciones entre EE.UU. y Rusia, es bueno no solo para estos dos Estados, sino para Europa y para todo el mundo”, señalaron a RIA Novosti.
Reacción en Rusia y EE.UU.
El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, opinó que el encuentro en Ginebra se llevó a cabo “más bien con un signo positivo“. El vocero declaró a la emisora Éjo Moskvy que la reunión fue resultativa “desde el punto de vista de que los líderes tuvieron la oportunidad de exponer directamente sus posiciones uno al otro, entender más o menos dónde se puede colaborar y dónde la colaboración no se logrará actualmente, debido a una discrepancia categórica en las opiniones”.
El expresidente de EE.UU., Donald Trump, declaró en una entrevista con Fox News que su país “no recibió nada” tras la reunión Putin-Biden. “Dimos un escenario muy grande a Rusia y no conseguimos nada”, dijo.
A su vez, el senador demócrata Edward Markey, afirmó que, “debido a nuestros muchos desacuerdos con Rusia, no a pesar de ellos, tenemos que cooperar en las preocupaciones comunes de seguridad, particularmente cuando se trata de esfuerzos de detener la amenaza existencial de armas nucleares”. Indicó que “es vital” que dos grandes potencias nucleares empiecen conversaciones para alcanzar un nuevo acuerdo tras el START III y “evitar la repetición de la política arriesgada de la Guerra Fría“. Asimismo, el senador se expresó a favor de las consultas entre ambos países “para prevenir una carrera de ciberarmamentos”.
Expertos
El miembro del consejo académico del Instituto de Estudios de Irán-Eurasia, Hassan Beheshtipour, afirmó que la cumbre es “un paso para, si no resolverlas, sí para mitigar las cuestiones bilaterales”. En su opinión, las negociaciones pueden ejercer una influencia en “las cuestiones regionales, incluidos problemas en Ucrania y la situación en el Cáucaso”, sin embargo, reiteró, “una reunión no hará posible resolver todos los problemas”.
Matthew Rojansky, director del Instituto de Estudios Prometedores George Kennan, en Washington, indicó que la cumbre fue “un inicio prometedor, pero solo el inicio“. Destacó que Biden “adoptó una posición firme en las cuestiones, donde existen diferencias claras, como el conflicto en Ucrania y el comportamiento del Kremlin respecto a los adversarios políticos, al mismo tiempo se centró en las tareas, donde el progreso es posible, como el control de armamentos nucleares, ciberseguridad, así como la cuestión sobre los ciudadanos de EE.UU. detenidos en Rusia”.