Ambiente y desarrollo
Por Juan José Agustín Reyes Rodríguez (*)
La controversia sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), sigue moviendo las aguas de la política. Andrés Manuel López Obrador durante su precampaña había manifestado abiertamente su oposición al NAIM, proponiendo como alternativa la construcción de dos pistas en el aeropuerto militar de Santa Lucía en el Estado de México y mantener el aeropuerto actual. Sin embargo a raíz de las numerosas reuniones que tuvo con las cúpulas empresariales y que sigue teniendo, cambió el discurso, para finalmente decir que se haría un dictamen técnico por sus expertos y después una consulta con el pueblo con dos opciones: seguir la construcción donde está o hacer dos pistas en Santa Lucia y mantener el aeropuerto Actual.
Toda la discusión se ha basado en el alto costo del NAIM que cada día se incrementa más, las irregularidades encontradas por la Auditoría Superior de la Federación, y los señalamientos técnicos de la inviabilidad de ese monumento a la corrupción e impunidad.
AMLO no ha tenido el tiempo o la voluntad de sentarse a dialogar directamente con los pueblos, grupos, académicos y vecinos afectados por esa obra faraónica y escuchar las demandas por los impactos negativos y devastación que ha causado y que se cancele inmediatamente. Solamente una pequeña comisión de la Plataforma de Pueblos Unidos contra del Nuevo Aeropuerto, integrada no sólo por Atenco sino también por muchas organizaciones, pueblos, académicos y ciudadanos afectados, ha logrado tener dos reuniones con Javier Jiménez Espriú, próximo Secretario de Comunicaciones y Transportes, responsable de esa obra.
Obviamente que AMLO no es el responsable ni a quien le correspondería tomar esta decisión, sino directamente a Enrique Peña Nieto, quien a pesar de mantenerse con un perfil bajo él es el responsable actual.
Sin embargo, como se ha presentado la situación, López Obrador está tomando este tema que será una piedra de toque para su administración, entre otros temas, ya que por un lado tiene las fuerte presiones de los empresarios tradicionales que se han beneficiado exageradamente con los gobiernos PRIANISTAS en todos los órdenes económicos del país, que pretenden seguir con este negocio y su Aerotrópolis; y por otro lado, la creciente presión de los pueblos afectados con este ECOCIDIO en toda la Cuenca del Valle de México.
AMLO convocó a los colegios y asociaciones de Ingenieros, predominantemente civiles, para que le ayudaran a dar su opinión sobre el Dictamen Técnico que formuló el grupo de expertos a su mando.
En el resumen de ese dictamen técnico, se dan a conocer las ventajas y desventajas de seguir con la construcción del NAIM, como una opción y otra alternativa, es construir dos pistas en Santa Lucía, manteniendo el aeropuerto actual. Sin embargo el resumen público no da más elementos de los ya conocidos, dejando fuera la discusión sobre los graves impactos económicos, sociales, culturales y ambientales que el NAIM está causando en toda la Cuenca del Valle de México.
El 14 de agosto la Plataforma de Pueblos en contra del NAIM, entregó en la casa de transición de AMLO una petición solicitando la cancelación inmediata del aeropuerto, celebrar mesas de debate públicos con los pueblos, sus técnicos y con los empresarios defensores de ese monumento a la corrupción y obtener información de esa mega obra. Así mismo se acompañaron los escritos, denuncias, dictámenes técnicos de expertos y especialistas señalando la inviabilidad del aeropuerto. No ha habido respuesta hasta el momento.
Así como AMLO solicitó la participación de los empresarios y de los colegios y asociaciones de ingenieros, MAYORMENTE CIVILES (¡que son amantes del concreto!), considero que los pueblos afectados deberían contar con ese dictamen completo y no sólo el resumen público, aunque tienen muy clara la posición de ¡Si a la vida, no a la muerte!
¿Una consulta pública? Una consulta pública es factible cuando el público o la ciudadanía cuente con la información, verídica, oportuna y clara. Hemos visto como Mitofsky en su encuesta obtiene como resultado que más del 50% de los encuestados está en favor de la construcción del NAIM.
¿Pero esa gente encuestada conoce la realidad de lo que ocurre en todo el entorno?, ¿Conoce la devastación ambiental que está causando el NAIM?, ¿Sabe las corruptelas en las que ha estado sumergida esta obra, entre todas las que ha hecho Ruiz Esparza?, ¿Tiene claro los despojos que han hecho de los pueblos, a base de mentiras y amenazas?, ¿Conoce que están destruyendo cerros, manantiales y bosques?, ¿Está al tanto que mucho del combustible que cargan las góndolas o tráileres, es provista por los huachicoleros?, ¿Está al tanto de la deforestación que están haciendo en las márgenes de los ríos que desembocan al lago?, ¿Ya se enteró de la destrucción de sitios y vestigios arqueológicos que están haciendo con la explotación de las minas?, ¿Está consciente que la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), que se presentó para justificar el aeropuerto, está incompleta, se presentó fuera de tiempo y está hecha a modo, por incondicionales, y que la SEMARNAT, a cargo de otro niño verde autorizó sin evaluarla realmente?, ¿Ya le informaron que el verdadero negocio atrás de este aeropuerto es la AEROTÓPOLIS, negocio inmobiliario de gran magnitud?, ¿Está consciente que las autoridades ambientales federales (SEMARNAT, PGR, PROFEPA, SCT, CONAGUA), del Estado de México (SMA, PROPAEM) y de todos los municipios, han hecho caso omiso a demandas, reclamos, marchas y manifestaciones, por ser cómplices de este ECOCIDIO?
En fin, hay aún más preguntas, sin respuesta o respuestas engañosas que la gente debería estar al tanto para poder emitir juicios y opiniones fundamentadas y no las que promueven los medios y comentaristas al servicio de los intereses de los empresarios que tienen ese enorme botín a punto de perder.
(*) Ingeniero Agrónomo Especialista en Bosques, de la Escuela Nacional de Agricultura, Chapingo, México; Maestro en Ciencias y Candidato a Doctor de la Universidad de Michigan, Ann Arbor, Mich. EUA; Consultor en Recursos Naturales, Ambiente y Desarrollo.
Anteriormente colaboró con los diarios El Universal Gráfico y Vértice de Chilpancingo; participante en los programas radiofónicos de Fórmula Universal, en Radio Fórmula, Radio 13 y Radio Mexiquense, conducidos por Alfonso Anaya Maya, cerrados por ser voces críticas.