Por Redacción Voces del Periodista
México, (CG), 8 de Octubre 2021
En 1948, Joseph Woodland, un estudiante universitario del Instituto Drexel en Filadelfia, andaba pensando como resolver un problema que le había planteado un comerciante local: ¿habrá alguna manera de acelerar el pago en las tiendas automatizando las transacciones?
Un día jugando con la arena en la playa, se le ocurrió que, usando líneas delgadas y gruesas para codificar la información se podría automatizar el comercio, pero con la tecnología de la época era muy costoso desarrollar esta idea.
La primera aplicación fue en la red ferroviaria estadounidense, se estampo un código de barras en los trenes para que pudieran ser identificados por medio de la lectura automática de un escáner.
Los garabatos en la arena de Joseph Woodland se habían convertido así en una realidad tecnológica.