EL CAIRO (Sputnik), 6 de noviembre.- La intención del presidente estadounidense, Donald Trump, de trasladar la Embajada de EEUU de Tel Aviv a Jerusalén hará que Washington pierda la confianza de Oriente Medio, declaró el exasesor del ministro egipcio de Exteriores, Reda Shehata.
“La decisión puede hacer perder a EEUU la confianza de Oriente Medio, que lleva socavándose desde hace muchos años por su postura claramente parcial sobre Israel”, dijo el experto a Sputnik.
Shehata subraya que “este paso contradice absolutamente el derecho internacional” y recuerda que, según las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, “cualquier cambio de estatus de los territorios ocupados, incluido Jerusalén, se considera nulo”.
Al mismo tiempo, Shehata señaló que la idea de trasladar la Embajada a Jerusalén no es nueva en EEUU porque muchos líderes del país prometieron hacer lo mismo desde los años 90.
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El experto egipcio expresó su seguridad de que la respuesta del mundo árabe a las acciones de Washington será fuerte e incontrolable.
“Las consecuencias de la rabia árabe e islámica serán fuertes, (…) será imposible controlar la reacción de las organizaciones radicales que recurrirán al extremismo y terrorismo”, advirtió.
Shehata destacó también que “los países árabes aplicarán una política que no corresponde a los intereses económicos, políticos y estratégicos de EEUU”, cuando el golfo Pérsico sigue siendo una “tesorería” de la que Washington saca mucho dinero.
Además, recordó que en 1980 la Liga Árabe acordó romper relaciones con cualquier país que traslade su embajada de Tel Aviv a Jerusalén.
Según trascendió de la Casa Blanca, el presidente estadounidense, Donald Trump, planea anunciar que EEUU reconoce a Jerusalén como capital de Israel y traslada la Embajada estadounidense de Tel Aviv a esa ciudad.
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El Congreso de EEUU en 1995 adoptó una ley sobre el traslado de su embajada en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, sin embargo debido a que es una ciudad disputada y un tema sensible para las relaciones con las naciones árabes, todos los presidentes de EEUU, incluido Trump, firman cada seis meses un documento posponiendo la entrada en vigor de esta decisión.
Israel considera que Jerusalén incluidos los barrios orientales que reclaman los palestinos es su capital “única e indivisible”.
Por el momento, todas las embajadas extranjeras se encuentran en la ciudad de Tel Aviv, para evitar tomar parte en la disputa entre los israelíes y los palestinos
VP/Internacional/GR