Voces del Periodista Diario

Habitantes de las partes altas de Cuajimalpa resienten el frío matutino

Por Nelly Segura Granados

CIUDAD DE MÉXICO (Notimex) 22 de diciembre de 2018.- Debido a la baja temperatura, que esta mañana llegó a los 2.0 grados Celsius, los habitantes de las partes altas de la alcaldía de Cuajimalpa debieron salir más abrigadas a realizar sus actividades de este sábado, previo a Navidad.

En colonias como La Pila, Acopilco, Cola De Pato, las más altas de la Ciudad de México, con un promedio de dos mil 700 metros sobre el nivel del mar, el frío fue tan intenso durante la madrugada, cuando las piletas que se utilizan en las casas para almacenar agua, se congelaron.

En la calle Las Maromas, en la colonia Acopilco, la señora Leticia Ortega dijo que el frío es tan intenso que incluso ha tenido que cubrirse con cinco cobijas y tapar con cartones algunos orificios de las ventanas de su vivienda para evitar que se cuele el aire.

Para ella y su esposo, ambos de 55 años, las bajas temperaturas son normales en esta temporada, aunque aseguró que con la edad, “el frío cala más fuerte”.

En el patio de la casa de la señora Leticia, la ropa de un tendedero también amaneció congelada y permanece rígida a la espera de que con el paso de las horas y el calor del sol se deshiele, se seque y pueda cumplir su función, aunque eso lleve varios días.

En otro punto de la alcaldía, el señor Jesús Rico reconoció que lo más importante en esta temporada invernal es cubrir a los niños; tiene cuatro nietos a quienes cubre con chamarras gorros y bufandas para evitar afectaciones a su salud.

En la zona centro de la demarcación, previo a Navidad, las personas acuden a mercados y tiendas a comprar lo necesario para hacer la cena de Noche Buena, pero con el termómetro que indica 5.0 grados, es necesario acudir con chamarras y bufandas, y aún así, el viento pega en mejillas y dedos.

Para mitigar el frío, los tamales y el atole son los más solicitados, junto con los primeros rayos del sol.

El carnicero José Luis Hernández explicó que es difícil manipular la carne fría, dado que se congelan las manos y “tienes que esperar un poco para seguir, pero estas fechas son buenas para la venta, así que no podemos parar”.

A diferencia de otros sábados, en la explanada delegacional no hay niños jugando, tampoco hay vendedores. El señor Felipe Bobadilla señaló que “todos huyen del frío y salen después del mediodía”.

VP/Metropolitana/EZ

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Redacción Voces del Periodista