Personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) rescató 318 fotografías originales que datan de la década de los años sesenta del siglo pasado, las cuales registran el momento en que arqueólogos hallaron vestigios prehispánicos como la pirámide de Ehécatl y ofrendas en el Metro Pino Suárez durante la construcción de la Línea 2 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, que corre de Cuatro Caminos a Tasqueña. Crónica reproduce por primera vez cuatro de estas imágenes.“Hace dos meses encontramos una caja con fotografías desordenadas, sin referencias anotadas, pero al momento de revisarlas nos dimos cuenta que corresponden al salvamento arqueológico hecho durante la construcción de la línea 2 del STC Metro, y hasta la fecha hemos digitalizado 318 fotografías”, platica Emanuel Molina Castillo, encargado de la Fototeca de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA) del INAH, ubicada en la calle de Córdoba 45, colonia Roma de la Ciudad de México.
En ese inmueble, desde 2013, se resguarda todo el material fotográfico y audiovisual de los vestigios prehispánicos que salen a la luz cuando el gobierno, una empresa o particulares inician cualquier tipo de construcción en el país: instalaciones eléctricas, edificaciones de viviendas, creación de carreteras o cambio de drenaje, por mencionar algunas.
Antes, la Fototeca de la DSA se ubicaba en el número 17 de la avenida Puente de Tecamachalco, comenta Molina Castillo; sin embargo, en 2013 con la promesa de que arreglarían el edificio, que lo dotarían de mejores equipos para preservar el acervo visual, el personal fue reubicado en Córdoba 45, donde las condiciones de trabajo no son óptimas.
Durante una visita a las instalaciones, Crónica observó que el área de Fototeca es reducida para albergar las más de 300 carpetas, cada una con un mínimo de 20 negativos, impresiones o positivados en su interior. También, el equipo para conservación, limpieza, escaneo y reproducción de dichos materiales es insuficiente.
—¿Cuánto material albergan?
—No tenemos una cifra, pero por ejemplo, de lo relacionado con la construcción del Metro hay 35 carpetas.
—Entonces ¿todos los arqueólogos deben entregarles fotografías?
—Sí, todos los que hagan salvamento arqueológico. Antes el INAH les entregaba a los arqueólogos rollos fotográficos para hacer el registro visual de su trabajo y éstos nos daban una relación de lo que habían tomado, una hoja donde ponían qué sitio o vestigio estaba plasmado en cada negativo. Eso lo debían entregar a la Fototeca.
Pero, agrega, los rollos se dejaron de dar a los investigadores en el año 2002, debido al auge de la fotografía digital. Por ello, de 2002 a 2013 cada investigador hacía su propio registro visual, sin verse obligados a entregar material a la Fototeca.
“Hoy cada arqueólogo hace su registro, tiene su propio acervo tanto de fotografías como de video. Cuando nos cambiaron a esta sede de Córdoba, empezamos a retomar la idea de pedirles fotografías”, precisa Molina Castillo.
VIDEOS
La Fototeca de la DSA cuenta con un total de 35 carpetas que contienen fotografías sobre la construcción de las líneas del Metro: una carpeta corresponde a la Línea 1 Pantitlán-Observatorio, seis carpetas sobre la construcción de la Línea 3 Indios Verdes-Ciudad Universitaria, una carpeta de la Línea 4 Martín Carrera-Santa Anita, dos de la Línea 5 Politécnico-Pantitlán, una carpeta de la Línea 6 El Rosario-Martin Carrera, tres de la Línea 7 El Rosario-Barranca del Muerto, 13 carpetas de la Línea 8 Garibaldi-Constitución de 1917 y cuatro de la Línea 9 Pantitlán-Tacubaya y de la Línea B Ciudad Azteca-Buenavista.
Molina Castillo comenta que para el caso de la línea 2 Cuatro Caminos-Tasqueña no se tiene un registro tan sistemático como en las otras, pero con el hallazgo del material, esperan tener un acervo más grande y ordenado.
—De las carpetas, ¿cuánto material está digitalizado?
—318 fotografías de la línea 2, 49 de la Línea 3 y 5 de la Línea 4.
—¿Tienen videos relacionados con el Metro?
Sí. Ocho videos, seis sobre la construcción de la Línea 8, uno sobre el rescate arqueológico de la Línea 1 y 2, y otro general sobre la arqueología en el Metro.
Estos videos se encuentran en formato DVD y también en VHS; sin embargo, cuando el encargado los introdujo en su computadora para ver el contenido, tres audiovisuales se encontraban dañados. Específicamente los DVD: Rescate arqueológico Línea 1 y 2 del Metro de la Ciudad de México. Registro fotográfico. DEA-INAH, el cual contenía únicamente imágenes; y los discos III y VI de la serie Buscando historias. Metro Línea 8, México, Distrito Federal, año 1992-1994.
El resto de los DVD de la Línea 8, incluido uno dedicado a los vestigios hallados en la estación Garibaldi, son videos que duran 2 horas, que no están editados y por lo tanto muestran, desde el trabajo de albañilería e ingeniería hasta los pozos de sondeo que hicieron los arqueólogos y la forma en cómo retiraron vasijas, ofrendas o cómo registraron estructuras prehispánicas.
AMOR A LA HISTORIA. “En los años ochenta se hicieron cinco audiovisuales (sobre el salvamento arqueológico en el Metro), de los cuales hice toda la fotografía. Se hicieron como eran antes: con transparencias proyectadas en la pared, entonces se grababa la cinta y se empataba el corrido de las imágenes con la voz, incluso se podía musicalizar. Después, todos juntos, se pasaron a formato Beta y luego a VHS”, comenta Carlo Ardán Montiel, quien fuera fotógrafo del STC Metro por 25 años y a quien se debe la información sobre arqueología en la página de dicha institución.
Después de los videos, añade, “me quedó la espinita de que había más registros que no se habían puesto para el conocimiento del público. En el Metro no sabían nada del tema, entonces empecé a investigar, a leer y fue así como salió el video Arqueología en el Metro de la Ciudad de México”, que hoy se resguarda en la Fototeca de la DSA.
El autor del audiovisual señala que su intención sólo fue agradecer la labor a favor de la historia que hacen los arqueólogos, así como entender las piezas que se exhiben en los museos.
“En el Museo Nacional de Antropología hay piezas que se encontraron en el Metro, pero sus cédulas son escuetas y no lograba dimensionar su significado, entonces empecé a investigar y me enteré del hallazgo del cráneo del Hombre de Balderas, entonces pedí días económicos en mi trabajo para ir a fotografiarlo a la osteoteca a cargo de Concepción Jiménez, quien amablemente me dio permiso de hacer tomas”.
Cuando Ardán Montiel acabó el audiovisual y tras varias negativas por desinterés en años anteriores, le propuso a las autoridades del Metro subirlo a la página institucional. Lo escucharon, pero omitieron darle el crédito, por lo que Ardán tuvo que registrar su material en Indautor.
—¿Por qué le interesa la arqueología?
—Estudié hasta la preparatoria, me gustaba la pintura, la arqueología y la historia, soy de las generaciones que vivió la transición de que tienes que trabajar para vivir… entonces mi profesión siempre ha sido leer.
Esa pasión, Ardán Montiel la combina con la fotografía para crear lo que él llama fotografía documental. “Sabemos mirar pero no ver, por ejemplo, cuando analizas cómo se creó ese escudo de la ahora llamada Ciudad de México, te das cuenta que seguimos usando un emblema que emitió un rey español recién la Conquista y ese escudo denota sometimiento, lo cual es incongruente con nuestra realidad”.
Al igual que la idea de difundir la arqueología en el Metro, el fotógrafo también presentó, por medio de cartas y escritos, al jefe de gobierno y a asambleístas locales, la recopilación de la historia del escudo de la Ciudad, no obstante, asegura que ninguna autoridad se ha interesado en reflexionar sobre qué tan necesario es cambiar el escudo capitalino, tal y como lo plantea en el escrito El escudo de la Ciudad de México, signo de derrota y vasallaje. Reflexiones para lograr su cambio.
(Reportaje de Reyna Paz Avendaño para La Crónica)