La Justicia colombiana dictó prisión preventiva contra el mayor de la Policía Nacional, Jorge Mario Bedoya Molano, señalado como responsable del asesinato del estudiante Santiago Murillo, ocurrido el 1 de mayo en Ibagué, capital de Tolima, en el contexto de las manifestaciones sociales.
El Juzgado Quinto con Función de Garantías de Ibagué imputó este viernes a Bedoya Molano como “presunto responsable del delito de homicidio agravado” en contra de Murillo, por lo que envió al oficial a un centro carcelario como medida preventiva.
“El material de prueba expuesto por el fiscal del caso, entre el que se encuentra el dictamen balístico, evidencia que el proyectil que impactó a la víctima habría sido disparado por el arma del oficial imputado“, detalló la Fiscalía General de la Nación en un comunicado de prensa.
La noche del 1 de mayo, Murillo, un estudiante de 19 años, caminaba rumbo a su casa cuando recibió un disparo de arma de fuego en el tórax que le dañó los pulmones, los vasos sanguíneos y el corazón. El joven fue llevado herido a la Clínica Nuestra de Ibagué, pero falleció horas después.
Detenciones
El 10 de mayo, las autoridades detuvieron a Bedoya Molano y a su compañero, el teniente Andrés Parra, por su responsabilidad en el homicidio de Murillo. Esta captura fue ordenada por un juez de instrucción penal militar, provocando un reclamo por parte de la defensa del joven estudiante, que exigía que el caso fuese llevado por la Justicia ordinaria.
No obstante, Bedoya Molano y Parra fueron liberados el 6 de junio por instrucción del juez militar, que argumentó que tenían nuevas pruebas sobre el caso.
Dos días después, la Fiscalía General de la Nación anunció la captura de Bedoya Molano. El mayor de la Policía Metropolitana de Ibagué fue puesto a disposición de un juez por su responsabilidad en el homicidio de Murillo.
En tanto, la Fiscalía anunció la apertura de una investigación contra el juez militar que ordenó las liberaciones de Bedoya Molano y Parra.
La organización no gubernamental Temblores ha documentado 4.285 casos de violencia policial desde el 28 de abril, el día que iniciaron las protestas sociales en Colombia. El dato más alarmante son los 43 homicidios contabilizados en los que presuntamente participaron las fuerzas de seguridad.