La Unión Europea (UE) respira hoy aliviada tras la victoria del socioliberal Emmanuel Macron en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas y Bruselas ha roto su tradicional neutralidad para apoyar en la segunda vuelta al candidato europeísta, frente a la ultraderecha de Marine Le Pen.
Macron -el más proeuropeo de los once candidatos en liza en la primera vuelta de los comicios, partidario sin matices de relanzar el proyecto europeo- se enfrentará a la líder del ultraderechista Frente Nacional, la paradójicamente eurodiputada Marine Le Pen, que ha hecho del abandono del euro su bandera y ha defendido la celebración de un referéndum para la salida de Francia de la UE.
La disyuntiva, única no solo por la ausencia de partidos tradicionales, sino también por la fractura ideológica que refleja, ha convertido la segunda vuelta de los comicios presidenciales prevista para el 7 de mayo en una suerte de “referendo sobre Europa”, en palabras del comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici.
El socialista francés fue uno de los primeros en pedir el voto para Macron, que comparte su ambición por una profundización de la eurozona.
“Hay un candidato que es el de todos los demócratas y proeuropeos, que es Emmanuel Macron. No debe faltarle ningún voto y tendrá el mío el 7 de mayo”, dijo hoy Moscovici.
Con Europa en el centro de la campaña, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker; la alta representante para la Política Exterior de la UE, Federica Mogherini; el jefe negociador para el “brexit”, Michel Barnier (conservador francés como François Fillon), o los principales grupos políticos de la Eurocámara, entre otros, se lanzaron a mostrar su apoyo al líder centrista.
Juncker le felicitó “por su resultado en la primera vuelta y le deseó ánimo para el futuro”, informó el portavoz comunitario Margaritis Schinas en la red social Twitter.
“Ayer solo había una elección, entre la defensa de lo que Europa encarna y la opción que busca la destrucción de Europa. Así que nuestro presidente ha pensado que era útil llamar al candidato que había defendido la opción a favor de Europa”, explicó Schinas, preguntado por la inusual felicitación de la Comisión, que tiene por norma no pronunciarse sobre procesos electorales en curso.
“Ver las banderas de Francia y la UE saludar el resultado de Macron es la esperanza y futuro de nuestra generación”, afirmó Mogherini en Twitter.
Por su parte, Barnier aseguró: Como “patriota y europeo confiaré el 7 de mayo en Emmanuel Macron”.
El líder del Partido Popular Europeo en la Eurocámara, Manfred Weber, resaltó que “todos los demócratas deben estar unidos contra los radicales y populistas”, en tanto que la vicepresidenta de los socialdemócratas europeos, la española Elena Valenciano, destacó que Macron “es un soplo de aire europeísta, imprescindible para Francia, España y Europa”.
La victoria parcial de Macron (23,8 % de los votos) supone un balón de oxígeno para la UE, después del varapalo del referéndum sobre el “brexit” (la salida del Reino Unido del bloque comunitario) hace diez meses.
De confirmarse la caída de Le Pen en segunda vuelta, Bruselas salvaría una tercera cita electoral comprometida tras la derrota de los ultras en Austria, Holanda y, parece, Francia, a la espera de saber lo que ocurre en septiembre en los comicios alemanes.
En esta tesitura, Bruselas hace malabares para encontrar el difícil equilibrio entre el mantenimiento de su neutralidad y la necesidad de apoyar a un candidato eurófilo, especialmente después de haber sido muy criticada por no haberse posicionado con más firmeza durante el referendo sobre el “brexit”.
El portavoz de la Comisión insistió hoy en que el Ejecutivo comunitario “no hará campaña” de cara a la segunda vuelta de los comicios en Francia, pero que estará preparado para hacer “una defensa de la verdad fáctica y objetiva” de las políticas europeas y “disipar las controversias”.
Pese al alivio generalizado por la victoria de Macron, sobre Bruselas planea la inquietud por la fortaleza que ha mostrado Le Pen (21,4 % y 7,65 millones de votos) y en general las fuerzas euroescépticas, como la del izquierdista Jean-Luc Melénchon (19,6 % y 6,9 millones de sufragios).
“Aun cuando tenemos buenas razones para pensar que no llegará la catástrofe de la elección (de Le Pen) tenemos que seguir siendo combativos y vigilantes para hacer barrera al Frente Nacional. No hay que cantar victoria”, señaló Moscovici, quien alertó contra la complacencia y advirtió de que, tras las presidenciales, aún deberán celebrarse elecciones legislativas en junio.
“Macron no podrá hacerlo todo solo, (…) necesitará una Europa que avance hacia más democracia, protección y que entienda la cólera de los perdedores de la globalización”, subrayó el comisario.
(Nota de EFE)