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Muere el maestro de la novela negra Henning Mankell

Henning Mankell saltó a la fama gracias al inspector Kurt Wallander, un personaje cargado de humanidad con el que el escritor sueco vendió millones de novelas en todo el mundo. Sus libros se convertían en un bestseller tras otro, pero Mankell, que hoy falleció a los 67 años a causa de un cáncer, era mucho más que uno de los grandes maestros de la novela negra.

Henning Mankell, a quien le diagnosticaron un cáncer a principios de 2014, “se apagó apaciblemente esta noche en Gotemburgo”, en el oeste de Suecia, anunció la editorial Leopard en su página web.

El escritor sueco era uno de los principales exponentes de la novela negra nórdica junto a Jo Nesbo, Arnaldur Indridason y los considerados “padres” del género Maj Sjöwall y Per Wahlöö.

El sueco siempre estaba ocupado en distintos proyectos, cuando no era un nuevo libro se trataba de una serie para la televisión sueca o la producción de una nueva pieza teatral. África fue para él su segunda patria. Desde mediados de los años 80, vivía largas temporadas en Maputo, la capital de Mozambique, donde trabajaba en un teatro y luchó activamente por combatir la pobreza y el analfabetismo.

“Dividir mi tiempo entre África y Europa me ha regalado perspectiva y distancia, y creo que ha hecho de mí un mejor europeo”, explicó. “Ambos son mis hogares”. Y África fue la inspiración para una buena parte de sus obras, empezando por El hijo del viento.

Siguieron novelas como Un ángel impuro, enmarcada en un prostíbulo, o el ensayo sobre el sida en el continente negroMoriré, pero mi memoria sobrevivirá.

No obstante, ninguna de sus obras alcanzó tanta popularidad como la saga de novelas negras protagonizadas por Wallander.

Fue con Huesos en el jardín, en la que un inesperado caso sirve de epílogo para este inspector abrumado por la culpa y la sensación de fracaso ante su matrimonio roto, inseguro respecto a sus capacidades como policía y lastrado por el sobrepeso y el ocasional abuso del alcohol.

Mankell no sólo plasmaba su compromiso social y político en sus novelas. Este hijo de un juez y socialista convencido mostró también su activismo por la causa palestina. En 2010 se embarcó rumbo a Gaza en la Flotilla de la Libertad, que fue brutalmente detenida por soldados israelíes. Nueve activistas turcos perdieron la vida.

A finales de 2013 le fue diagnosticado un tumor maligno. Una batalla “desde la perspectiva de la vida”, escribió entonces. Y a partir de ese momento, compartió con sus lectores cada paso de su lucha en una columna para el diario.

El cáncer fue también el tema central de su último libro, Arenas movedizas, que en español publicó hace unas semanas el sello Tusquets. En esta suerte de memorias habla sobre su vida con la enfermedad, su miedo a la muerte y la búsqueda de una respuesta a la pregunta de “qué significa ser persona”. Y hay una que estuvo a su lado hasta el final: su esposa Eva, hija del famoso cineasta Ingmar Bergman, con la que se casó en 1998.

Mankell, que vendió 40 millones de libros a lo largo de su carrera, deja una obra considerable compuesta por unos 40 títulos.

“La solidaridad con los débiles y los oprimidos atraviesa toda su obra como un hilo rojo”, escribe Leopard, la editorial que fundó en 2001 con el editor Dan Israel.

 

Con información de La Jornada

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