MADRID, (Sputnik), 9 de diciembre de 2020 .— Pedro Sánchez, cree que el futuro de la monarquía no está en cuestión pese a los escándalos en torno a la fortuna del rey emérito, Juan Carlos I, que abonó 678.000 euros a las arcas públicas para regularizar su situación fiscal y evitar la investigación judicial por el presunto uso de tarjetas opacas.
“La monarquía no está en peligro”, dijo Pedro Sánchez en una entrevista concedida en la noche de este miércoles a Telecinco.
En esa aparición televisiva Sánchez volvió marcar distancia entre la Casa Real y las presuntas actuaciones censurables del rey emérito asegurando que la justicia “juzga a personas, no a instituciones”
“El Gobierno de España siempre va a defender el pacto constitucional del 78, hay que respetar la monarquía parlamentaria”, insistió.
Estas palabras de Sánchez —líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)— chocan con la reacción de sus socios en el Gobierno —la formación de izquierdas Unidos Podemos (UP)— que ven la regularización de la fortuna del monarca como “una confesión en toda regla” que “deteriora la imagen internacional de España“.
Un total de “678.000 euros había defraudado a Hacienda, 51 años de salario mínimo interprofesional, sólo en uno de los pufos que tiene; (…) menuda vergüenza internacional”, dijo el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, en un mensaje publicado.
La disparidad entre las reacciones de los dos socios de Gobierno anticipa que, de nuevo, la situación de la monarquía puede convertirse en un elemento de fricción para el Ejecutivo.
Por su parte, el conservador Partido Popular (PP) —la primera fuerza de la oposición— evitó lanzar ningún reproche al monarca, llegando incluso a valorar positivamente su decisión de regularizar la fortuna oculta.
“Regularizar las obligaciones con Hacienda siempre es una actuación positiva”, afirmó Alberto Núñez-Feijóo, presidente de la Junta de Galicia y uno de los hombres fuertes en el Partido Popular.
La noticia sobre la regularización de la fortuna de Juan Carlos I llega en medio de una vorágine de escándalos en torno a la figura del que fuera rey de España entre 1975 y 2014, cuando decidió abdicar en su hijo Felipe VI para intentar renovar la imagen de la Casa Real.
Con el pago de la deuda tributaria, que incluye intereses y recargos, el monarca consigue regularizar unos fondos que presuntamente recibió de su amigo y empresario mexicano Allen Sanginés-Krause entre 2016 y 2018, pero no se trata del único caso que tiene abierto.
Actualmente el rey emérito, que reside en los Emiratos Árabes Unidos (EAU) desde hace meses, se encuentra también bajo la lupa de la Fiscalía del Tribunal Supremo de España por el presunto cobro de comisiones ilegales procedentes de Arabia Saudí.
Pese a haber puesto tierra de por medio con su salida del país, los abogados del antiguo jefe de Estado aseguran que se pondrá a disposición de la justicia de inmediato si en algún momento es reclamado en el marco de las investigaciones abiertas.
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