Autor: Martín Carlos Estrada para Voces del Periodista.
CIUDAD DE MÉXICO.- A pesar de la explotación responsable y de que persiguen una certificación de calidad, varios centros de manejo forestal ejidales y comunales han sido clausurados en lo que va de este 2017, lo que representa una importante pérdida de fuentes de empleo. Por ejemplo, la Unión de Ejidos Emiliano Zapata (UEEZ, para efectos de esta nota), en Amanalco de Becerra, Estado de México, constituida por 11 ejidos, ha sido detenida en sus actividades por la clausura, lo que representa la falta de trabajo para más de 1,100 ejidatarios, una buena parte de ellos constituida por gente de la tercera edad, que de esta manera ven suspendidos sus ingresos económicos.
Así lo dieron a conocer integrantes de la mencionada Unión de Ejidos, quienes citaron a una conferencia de prensa en el salón Renato Leduc del Club de Periodistas de México.
El 9 de junio clausuró las instalaciones del ejido Tres Garantías, en Quintana Roo, y varios días después hizo lo mismo con la UEEZ, asociación que tiene 36 años de haberse constituido y que maneja y aprovecha los recursos forestales con estándares de calidad internacional y que además es ejemplo de una región donde la cobertura forestal no ha disminuido, sino que ha aumentado.
Los conferencistas informaron que el motivo que manifestaron los inspectores de Profepa para clausurar fue la “inadecuada aplicación de los sistemas de control de entradas y salidas del producto forestal”, lo que significa que no existe una correlación precisa entre la documentación de la madera aserrada que ha salido de la industria, con el volumen de la madera en rollo que ha entrado, como legalmente debe ocurrir.
En la conferencia se informó que en la región que cubre la UEEZ se maneja el aprovechamiento de selección, es decir, que se aprovecha “el árbol más adulto, al que ya no se le puede sacar mucho, o el que tiene una conformación en mal estado”.
Indicaron que la mejor manera de preservar estas áreas forestales es que representen una fuente de ingresos para los ejidatarios y sus familias, pues de esta manera conservan la visión de cuidarlos. De lo contrario pensarían en otra forma de explotación, como ocurre en varias partes, e introducirían el pastoreo de animales o el cultivo de especies que harían necesaria la tala de grandes superficies. Ellos no piensan hacer eso.
Indicaron que están situados en la cuenca Amanalco-Valle de Bravo, área natural protegida y zona privilegiada a la cual benefician alrededor de 475 manantiales, la mayor parte de cuya agua baja a la presa de Valle de Bravo. Además, el agua que se genera allí alimenta el sistema Cutzamala que llega a la Ciudad de México.
La coordinadora regional del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS), Lucía Madrid, indicó que este sistema alimenta a la cuenca del Valle de México con 16 mil litros de agua por segundo, y que, de estos, 6 mil provienen de la región de Amanalco de Becerra. Por ello destacó la importancia de preservar y aprovechar de manera responsable los recursos forestales de la zona, que es lo que la UEEZ hace. Informó, además, que el 70% del agua que llega a la presa de Valle de Bravo se genera en el municipio de Amanalco.
Por otra parte, destacaron el apoyo que les ha brindado la Comisión Nacional Forestal (Conafor), a la que se le han presentado proyectos desde 2014, 2015 y también en este 2017, en que se les ha asignado un presupuesto por su destacada labor y lo cual hace patente la contradicción de que la Profepa les clausure las instalaciones, siendo que la organización ejidal ha destacado por sus resultados positivos.
Según la Profepa, el 70% de la madera que se comercializa en el país es de origen ilegal. Sin embargo “ni esa Procuraduría ni la Semarnat cuentan con información sobre la situación real de la ilegalidad en el sector forestal, y tampoco saben qué porcentaje de madera ilegal proviene de otros países, o de desmontes y tala ilegal en terrenos forestales que carecen de planes de manejo”, indicó Raúl Benet, coordinador de políticas públicas del CCMSS.
También trajo a la memoria un caso palpable ocurrido con madera proveniente del Amazonas, ya que “autoridades de otros países han detectado en reiteradas ocasiones la masiva importación de madera de origen ilegal a México”. En este caso, el barco Yacu Kallpa hizo decenas de viajes transportando esa madera, antes de ser descubierto en Tampico por la Interpol. “El gobierno federal terminó entregando la madera a los compradores y permitiendo su entrada ilegal al mercado mexicano”.
Indicaron que las acciones legales que se deben hacer contemplan el detectar la procedencia no documentada de grandes volúmenes de madera que llega a obras del gobierno, las grandes madererías y la industria.
En su oportunidad, el presidente de la UEEZ, Raúl Quintero, dio a conocer que la Unión que preside se abastece de madera de los únicos ejidos que cuentan con certificado de manejo forestal bajo los lineamientos del Forest Stewardship Council (FSC) en el Estado de México.
Señalaron que “el propio titular de la Semarnat, junto con el director de la Conafor, visitaron en meses pasados la región de Amanalco y reconocieron el excelente manejo forestal que llevan a cabo las comunidades”. Con lo cual se hace patente la contradicción en la clausura emprendida por la Profepa.
Además detallaron que otros centros de explotación forestal, que pertenecen a la iniciativa privada, no son medidos con los mismos estándares y a ellos sí se les perdonan las fallas en que incurren.
(Fotos de la UEEZ)