MÉXICO, (RT), 25 de octubre de 2018 .- En el sismo del 7 de septiembre se fracturó en 10 segundos una placa de 60 kilómetros de grosor, de acuerdo con un nuevo estudio. Científicos alertan de la posibilidad de que se repitan más desastres como este.
Cuando el terremoto de magnitud 8,2 azotó el Pacífico sur de México el 7 de septiembre de 2017 no solo se rompieron récords de potencia sísmica en ese país, sino también una placa tectónica, de acuerdo con un nuevo estudio publicado en la revista Nature Geoscience.
En concreto, científicos de la Universidad de Oregon, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y otros centros de investigación de varios países determinaron que durante el potente sismo que acabó con la vida de 98 personas también se partió en dos la placa Cocos, de 60 kilómetros de grosor.
El fenómeno, según los investigadores, habría tardado solo 10 segundos en producirse. “Todo indica que se ha roto a lo largo de todo su ancho”, afirmó a National Geographic el profesor Diego Melgar de la Universidad de Oregon, autor principal del estudio, afirmando que en ese corto lapso se dio una gigantesca liberación de energía.
“Como doblar un borrador”
De acuerdo con Melgar, el mecanismo por el que ocurrió este raro pero conocido evento sísmico es similar a “doblar un borrador”. “Uno puede ver que la mitad superior se extiende y se estira, mientras que la parte inferior se aplasta y se comprime”, ejemplifica el investigador, detallando que esta flexión es capaz de activar fallas internas en la placa que podrían hacerla colapsar como sucedió bajo el golfo de Tehuantepec.