Voces del Periodista Diario

Un debate sin respuestas, en materia económica

Por el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC)

Resumen del análisis titulado Un debate sin respuestas, publicado por La Voz de la Industria (Vol. 6, número 119).

En teoría, el tema de la inversión fue ubicado como uno de los pilares sobre los cuales se sustentaría el debate; a partir de ahí se podría contrastar la diferencia de posturas y modelo de política económica que tiene cada uno de los aspirantes a la presidencia de México.

El resultado fue poco afortunado. Cuando se hizo referencia al tema de inversión extranjera directa no fueron para proponer nuevos mecanismos de atracción, sino para confrontar.

  • Las empresas generan el 86% del valor agregado y nada se mencionó de como acelerar los flujos de inversión privada que hacen los mexicanos.
  • Sin inversión no hay crecimiento económico y fue un tema olvidado.
  • Sin política industrial e infraestructura moderna no se podrá lograr que el sur y sureste de México puedan incrementar su potencial exportador. Simplemente no se abordó.
  • El 95% de los mexicanos que recibe un salario mínimo, o menos, se encuentra en la informalidad.
  • No se mencionó nada sobre cómo mejorar el entorno económico, de seguridad pública, regulatorio y de competitividad para que las empresas, particularmente los micronegocios, puedan enfrentar el incremento.
  • Se olvidó que el sector público genera menos del 10% del empleo, por lo que el presupuesto debe propiciar crecimiento económico equitativo para que tenga una vinculación con mejores salarios: directamente el gobierno no puede pagar más al 90% de los trabajadores en México.

Conclusiones:

El formato del segundo debate permitió un intercambio de posturas más dinámico; sin embargo, ello no se tradujo en la presentación de mayor contenido en aspectos estratégicos para México en el actual entorno global.

El resultado de la renegociación del TLCAN definirá el rumbo de la economía mexicana en los años por venir. Ante la falta de resultados concretos, habría sido trascendental conocer con mucho mayor claridad las propuestas de los aspirantes a la presidencia de la nación.

Lo anterior debió derivar en la presentación de una propuesta integra en materia de infraestructura, política industrial, gasto público, educación, productividad, logística, innovación tecnológica, combate a la ilegalidad y a la competencia desleal, mejora regulatoria y competitividad. Todos ellos elementos esenciales en el actual contexto del comercio internacional, particularmente en un momento en donde el orden global se ha transformado.

Por otro lado, el debate permitió observar lo lejano que se ven otras naciones y regiones: México tiene firmados acuerdos comerciales y relaciones económicas con las principales regiones y naciones del mundo, pero Estados Unidos define la agenda exterior, así se pudo constatar. No se mencionó, pero en la práctica se debatió sobre un México monoglobalizado y pocas propuestas surgieron para revertir dicha condición.

Para lograr esto último se debió llegar a temas estructurales: la política de comercio exterior no genera crecimiento económico si no es acompañada por una política de desarrollo industrial que eleve el crecimiento económico y genere el empleo formal bien remunerado que se requiere para abatir la migración de connacionales. Parece que en estos tópicos habrá que esperar el resultado de la elección y la presentación formal de un programa de gobierno para conocer la verdadera plataforma de quien guíe el destino de México los próximos 6 años.

VP/Economía/JSC

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