La palabra que a primera hora se usó para calificar las cifras de empleo de septiembre fue: modesto. Un adjetivo que puede ser usado de muchas maneras cuando apenas falta un informe más sobre el pulso del empleo antes de las elecciones.
El mes pasado se registraron 156,000 nuevos empleos, menos de lo esperado y manteniendo la línea de altos y bajos que ha habido este año en cuanto a la creación de puestos de trabajo. Adicionalmente las cifras de meses anteriores se revisaron, a la baja en agosto y ligeramente al alza en julio. En total hubo 7,000 empleos menos de los contabilizados inicialmente y la media del trimestre queda en 192,000 nuevos puestos mensuales.
La tasa de desempleo aumentó ligeramente del 4.9% al 5%. En el caso de los latinos quedó en la misma posición que en septiembre del año pasado: el 6.4% después de haber estado en el 5.6% en agosto. La tasa de esta comunidad es mucho más volátil que la de la población en general porque hay más puestos de trabajos estacionales o no permanentes como en el caso de la construcción.
En el lado de las buenas noticias, las ganancias por hora han subido un 0.2% lo que deja el aumento interanual (de septiembre a septiembre) en 2.6%.
Algunos sectores siguen siendo muy activos a la hora de crear empleo, entre ellos las empresa de servicios, sanidad, comercio minorista, restaurantes y bares. En el lado de la energía, sin embargo las cifras no son positivas.
Los economistas han observado cómo, después de años de crecimiento robusto del empleo, en 2016 se ha rebajado el ritmo. Este año se ha creado una media mensual de 178,000 empleos. Es una cifra casi envidiable en otras economías avanzadas pero el año pasado la media fue de 228,000. Esta no era una cifra que pudiera mantenerse y menos cuando el crecimiento de la economía no es estelar y el panorama internacional sigue sin estabilizarse al alza.
Hay tres medidas que están lejos de recuperarse de la recesión. La primera es los salarios que están creciendo muy lentamente y sin terminar de poner presión sobre la inflación. La segunda es la población activa (las personas en el mercado de trabajo o buscándolo) que está a niveles de hace 40 años y por último el número de personas que trabajan a tiempo parcial porque no encuentran otra cosa. En este último caso la tasa es del 9.7%, casi dos puntos más que antes de la Gran Recesión.
(Nota de Ana B. Nieto para El Diario)