Sofía Arellano Cárdenas, catedrática de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN, creó una bebida a base de jugo de toronja, que previene y ayuda al tratamiento de artritis y osteoartritis en deportistas, personas con obesidad y de la tercera edad.
La investigadora de esta casa de estudios informó que para dar mayores beneficios a la salud de los consumidores lo suplementó con sulfato de glucosamina y sulfato de condroitina.
En un comunicado, la doctora en Ciencias Químico Biológicas destacó que actualmente la población tiene preferencia por el consumo de alimentos que además de proporcionar nutrimentos básicos de la dieta diaria, aporten un beneficio a la salud.
Por ello adicionó al jugo de toronja ambos bioactivos, pues científicamente está demostrado que el sulfato de glucosamina incide en la desinflamación articular y el sulfato de condroitina posee propiedades que favorecen la regeneración de cartílagos.
La bebida es natural. La glucosamina proviene del caparazón de los crustáceos y el sulfato de condroitina se obtiene de cartílagos de bovinos, por lo que no tiene efectos secundarios y pueden consumirla personas con un alto grado de desgaste articular.
“Sirve para prevenir la osteoartritis y, a quien la padece, le ayuda a complementar su tratamiento médico”, indicó la académica del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
La toronja contiene un poderoso antioxidante denominado naringina, pero le confiere un sabor amargo al fruto. Mediante una técnica de intercambio iónico y la utilización de una resina sintética, se disminuyó el contenido de esta compuesto en la bebida.
“No obstante, conservó 85 por ciento de los antioxidantes del fruto, los cuales son de alta calidad. Adicionamos ácido cítrico e hicimos diversas formulaciones hasta lograr un sabor agradable al paladar, debido a que el sulfato de glucosamina le otorga cierto sabor a pescado”, indicó.
Para garantizar la calidad e inocuidad del líquido se sometió a un proceso de pasteurización; no contiene conservadores y su vida de anaquel es de 40 días en refrigeración.
Una vez listo el producto y con el propósito de realizar un análisis estadístico del sabor y color, fue evaluado por al menos 70 personas, entre ellas 30 especializadas en estos temas y todos otorgaron su voto de calidad.
Se alista una segunda etapa para el proyecto que puede incluir la administración controlada a pacientes con un seguimiento de dos años, con el propósito de evaluar los efectos y la mejoría, puntualizó.
Con información de La Jornada