México, 12 Oct. (Notimex).- Además de refrendarse como una compañía innovadora en la fusión de danza contemporánea y clown, con la presentación de “Poeta de lavabo”, Triciclo Rojo devolvió anoche al público la fe en los sueños y en los pequeños milagros.
Con entrada libre a todo público y presentada como parte del programa “Teatro Casa de la Paz en tu unidad”, la pieza da cuenta de cómo una misteriosa maleta convierte a Etolo, barrendero del Castillo de Lavabos, en un caballero cuya misión es hacer que la gente crea en los sueños y en los milagros.
Ayudado por Bum y Hum, guardias irreverentes del castillo, ese personaje habrá de descubrir el lugar adonde van los sueños olvidados, y tiene que conquistar el miedo y el peligro antes de llegar al fin del mundo. Es ahí donde la misteriosa maleta les mostrará el camino.
El coreógrafo y bailarín Emiliano Cárdenas, además de confesar que le apasiona encontrar el potencial y la magia de las cosas más sencillas, describió al personaje principal de la pieza: “Etolo nació un día en la zona sur de la región del fin del mundo, un lugar con casas tan elevadas que las nubes entraban por las ventanas”.
Agregó: “Su casa era la primera de la calle Golondrín, el único lugar donde volaban al ras del piso los pájaros que dibujan en la tierra la historia de las cosas invisibles. Una vez, cuando niño, dejó abierta la ventana toda la noche y al amanecer descubrió una pequeña nube”.
Esa nubecita, chiquita y bonita, abundó, estaba en sus pies y tiritaba de frío. La cubrió con una manta y a partir de ahí serían inseparables hasta el último día, cuando la nube agradecería el gesto enseñándole a Etolo algo que sólo las nubes saben: volar.
Y efectivamente, a lo largo de la puesta en escena -en el Salón Vitrales de Casa del Tiempo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) – todo lo comentado por Emiliano Cárdenas resultó tal cual. El personaje, la nubecita, la restitución de la fe y la confianza, todo se presenta así.
Emiliano, nacido en Acapulco, Guerrero, en 1980, dijo que al pensar en su infancia, se recuerda como un ser muy tímido a quien le gustaba echar carreritas con un tren que se alejaba a toda marcha. Hoy, es coreógrafo, fundador y actual director de Triciclo Rojo.
Cárdenas, quien nació payaso y, a la fecha, ningún científico ha podido explicar cómo es que llegó a este mundo con su nariz rojita y un manual para armar escaleras, es fanático del amanecer y de los olores, especialmente de aquellos que evocan su niñez.
Luego de concluir sus estudios en la Academia de la Danza Mexicana del INBA y de girar por todo el país con distintas compañías, Emiliano descubrió en el arte clown la mejor forma de acercarse al público más exigente en todo el mundo: los niños.