Voces del Periodista Diario

Prepara la Filarmónica conciertos más allá del romanticismo

 Ronald-Zollman
Más allá del romanticismo irá la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) durante los conciertos que ofrecerá este 14 y 15 de febrero, bajo la batuta del destacado músico belga Ronald Zollman y con la participación de la reconocida violinista polaca Erika Dobosiewicz.
La agrupación de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México deleitará al público de la Sala Silvestre Revueltas, del Centro Cultural Ollin Yoliztli, con una pieza del compositor alemán Johannes Brahms (1833-1897), escrita durante el periodo musical conocido como el romanticismo; así como con temas posteriores a esa etapa del autor austriaco Anton Webern (1883-1945) y del estadounidense Samuel Barber (1910-1981).
Zollman, uno de los directores artísticos de mayor trayectoria internacional y con gran reconocimiento en México, llevará a la Filarmónica a interpretar Passacaglia, de Webern; Concierto para violín y orquesta, de Barber, y Sinfonía No. 4, de Brahms en el que será su quinto concierto de la Temporada.
Originario de Amberes, Bélgica, Zollman es actualmente director huésped principal de la Orquesta Sinfónica de la Radio Checa en Praga y su trayectoria incluye su desempeño al frente de la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por nueve años, así como la dirección de agrupaciones de prestigio internacional como la Orquesta Nacional de Bélgica, la Sinfónica del Norte de Israel en Haifa y de la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh, entre otras.
Passacaglia,  una serie de variaciones
La passacaglia es una forma musical instrumental que tuvo su origen en Italia como pieza de baile, en la que un tema establecido al inicio de la composición se repite continuamente, por lo general en la línea del bajo. Por encima de esta repetición constante del tema, las voces instrumentales superiores presentan una serie de variaciones sobre ese tema.
En 1908, cuando iniciaba su carrera en el podio, el austriaco Anton Webern compuso su primera obra importante, la Passacaglia Opus 1 para orquesta, en la que propone un tema sencillo y claro, que es sometido a 23 variaciones sucesivas.
Se trata de una pieza que muestra claramente algunas influencias de importantes figuras de la música germana: Johannes Brahms (1833-1897), Richard Wagner (1813-1883), Richard Strauss (1864-1949), Max Reger (1873-1916) y su maestro, Arnold Schoenberg.
Aún marcada por la tradición romántica, esta formidable obra de Webern muestra ya algunos de los elementos de lenguaje y estilo que el compositor habría de desarrollar en busca de una categórica economía de medios, pero aunque intentó siempre ser diáfano e inteligible en su música, nunca logró que sus composiciones fueran entendidas o apreciadas, debido a que su lenguaje, como el de su maestro Schoenberg y el de su colega Alban Berg, representaba una ruptura violenta y total con los principios heredados del alto romanticismo alemán.
El propio Webern se encargó de dirigir el estreno de su Passacaglia en Viena, el 4 de noviembre de 1908. Más tarde, entre 1918 y 1919, el compositor realizó una transcripción de la obra para dos pianos a seis manos, que se estrenó en un concierto privado en la sala pequeña de la Musikverein de Viena, el 2 de febrero de 1919.
Concierto para violín y orquesta, Opus 14, pieza en tres movimientos
Encargada al compositor por un acaudalado hombre de negocios estadounidense, quien quería el concierto para un joven violinista que era su protegido, Barber inició la composición del Concierto para violín en Suiza, la continuó en Francia y al estallar la Segunda Guerra Mundial tuvo que irse a los Estados Unidos a terminarla.
El resultado es una pieza de tres movimientos (Allegro, Andante y Presto in moto perpetuo), construida con mucha atención al elemento rítmico, en especial en los movimientos externos.
En el primero, Barber utiliza un ritmo muy peculiar de origen escocés, conocido como Scotch snap, que también es muy común en el lenguaje del jazz. En el último movimiento, el ritmo básico del moto perpetuo es establecido al inicio por los timbales, y retomado más tarde por el violín solista. En el ámbito de la orquestación, Barber propone una orquesta de dimensiones reducidas, con maderas y metales a dos, sin trombones, y con la interesante adición del piano al conjunto orquestal.
El Concierto para violín y orquesta de Samuel Barber fue estrenado el 7 de febrero de 1941 por el violinista Albert Spalding, acompañado por la Orquesta de Filadelfia dirigida por Eugene Ormandy.
Para esta interpretación de la Filarmónica, será la violinista Erika Dobosiewicz quien ejecutará la parte del instrumento de cuerdas.
Nacida en Varsovia, Polonia, Dobosiewicz es la segundo concertino de la OFCM, egresada con mención honorífica del Conservatorio de Música Federico Chopin en Varsovia y es posgraduada del Conservatorio Real de Música en Gante, Bélgica.
Desde temprana edad manifestó su talento en el arte, que la ha llevado a obtener los más altos premios en concursos y festivales internacionales, tales como el Festival de Schleswig-Holstein, Alemania, el Festival de Música de Bayreuth, Alemania, el Concurso Internacional de Música de Cámara en Lodz, Polonia y el Festival Maurice Ravel en Saint Jean de Luz, Francia, entre otros.
En México, su intensa actividad artística la ha llevado a presentarse en los escenarios más importantes del país, con agrupaciones como la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, la Orquesta Sinfónica Nacional, la Orquesta Sinfónica Carlos Chávez, la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, la Orquesta de Cámara de Morelia, la Orquesta Sinfónica de Xalapa, por mencionar algunas, bajo la batuta de destacados directores.
Sinfonía No. 4 en mi menor, Opus 98, la última de Brahms
La Sinfonía No. 4 en mi menor, Opus 98, es la última sinfonía compuesta por Johannes Brahms en Mürzzuschlag entre 1884 y 1885, y aunque una interpretación de la versión para piano a cuatro manos de la obra no despertó el menor entusiasmo entre sus amigos más cercanos, el estreno oficial fue mucho más prometedor.
Ello se debió a que el director Hans von Bülow preparó concienzudamente a su orquesta para el concierto que dirigió el mismo Brahms el 25 de octubre de 1885 en Meiningen.
Los cuatro movimientos de la obra, considerada como la mejor sinfonía de Brahms, tienen como valor fundamental su solidez formal y la total ausencia de material superfluo.
El programa del quinto concierto de la temporada 2015 de la Filarmónica, que incluye obras de Webern, Barber y Brahms, se podrá escuchar el sábado 14 de febrero, a las 18:00 horas, y el domingo 15 de febrero, a las 12:30 horas, en la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli (Periférico Sur 5141, colonia Isidro Fabela, delegación Tlalpan).
Para mayor información sobre la OFCM, en los teléfonos 55067573 y 56066089 extensión 213, en el correo electrónico filarmex1@yahoo.com.mx, en la página web http://ofcm.cultura.df.gob.mx/ o en las cuentas de Facebook (https://es-la.facebook.com/OFCMex) y de Twitter (@OFCM).
Con información de Cultura DF

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