Voces del Periodista Diario

Un “Madrazo” al corazón

Almanaque de cabecera

Por José Luis Adame

Ante propios y extraños, un buen sabor de boca dejó la participación mexicana en los Juegos Olímpicos de Invierno PyeongChang 2018, a tal grado que ya se hacen planes para los siguientes.

Para mi gusto, la presencia mexicana en Corea del Sur tuvo un sentido que, desde hace mucho tiempo en la historia del alto rendimiento en nuestro país, no se daba. El hecho de haber reclutado a cuatro elementos de los cuales, dos adquirieron la nacionalidad mexicana por matrimonio o sus raíces, además  de los otros dos por nacimiento o adopción, fue un acierto, a la vista de los resultados.

Sarah Schleper. (Especial)

Sarah Schleper, estadounidense con participación en cuatro juegos olímpicos, salió del retiro para competir con su nueva nacionalidad, adquirida por el matrimonio celebrado con un destacado empresario mexicano.

Sarah participó en dos pruebas del esquí alpino, Slalom Gigante y Súper G, quedando en uno de los recorridos entre los 50 primeros lugares.

Rodolfo Dickinson. (Especial)

De la misma manera, Rodolfo Dickson se destacó en el esquí alpino dentro del slalom gigante y slalom. En el primero, también finalizó dentro de los 50 mejores en su primer recorrido; en slalom, no pudo finalizar el descenso.

Robert Franco, nacido en California y naturalizado mexicano por sus raíces, cumplió su propósito de poner en el mapa a México, con su participación en el esquí estilo libre Slopestyle. Franco culminó en el lugar 27 de 30 participantes.

En lo particular, tuve gran curiosidad de ver el desempeño de un esquiador mexicano en una prueba dominada por suizos, noruegos, austriacos o franceses.

Robert Franco. (YouTube)

Tengo muy presente la escena en la que Germán Madrazo conmovió al mundo olímpico con ese cierre en la competencia de los 15 kilómetros libres, en el esquí de campo traviesa.

Germán nos dio un “Madrazo” al corazón cuando, a unos metros para cruzar la meta, solicitó a un aficionado la bandera de México para ondearla con tanto entusiasmo y refrendar así que el haber aprendido a esquiar en nieve hace un año no solo valió la pena, sino que -además- cumplió con el objetivo de finalizar la competencia.

Con ello Germán, fue alzado en hombros con el reconocimiento de sus rivales latinoamericanos y el campeón olímpico de la prueba, el suizo Darío Cologna.

Germán Madrazo. (Facebook)

Si bien la participación de atletas mexicanos en los juegos olímpicos invernales es singular, la presencia de México data desde Saint Moritz 1928, en los que inclusive se ha registrado el máximo logro con un undécimo lugar en Bobsleigh; no se trata de recordar con frecuencia ese logro a fin de justificar que sí se puede participar dignamente.

Así las cosas, quienes sigan este trabajo de desarrollo y preparación para los siguientes eventos invernales, ya estarán afinando las fórmulas que les permitan detectar y desarrollar a las siguientes generaciones de atletas mexicanos, por herencia o nacimiento, en el afán de recolectar mejores resultados e ir colocando a México en el mapa, como lo manifestó en su momento Robert Franco, pero en una posición más solida y trascendente.

Quedaron atrás tiempos en el teníamos de disponer del eterno Hubertus Von Hohenlohe.

VP/Deportes/JSC

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