* Los 27 miembros de la Unión Europea buscarán un acuerdo sobre el presupuesto del periodo 2021-2027, y sobre el reparto de los 750.000 millones de euros que el bloque aportará para reanimar la economía de la zona.
BRUSELAS (RT) 17 de julio de 2020.- La Unión Europea necesita un acuerdo rápido sobre la gestión del Fondo de Recuperación con el que esperan suavizar el impacto de la crisis económica desatada por la pandemia de coronavirus, pero el entendimiento al que aspiran los 27 países miembros en el Consejo Europeo (EUCO) que arranca este viernes requerirá un debate intenso entorno a cuestiones delicadas.
El tamaño del presupuesto para el sexenio 2021-2027 y, sobre todo, las condiciones del reparto del fondo de recuperación de 750,000 millones de euros, habilitado por la UE, centrarán la mayor parte de la actividad en esta cumbre.
Obstáculos a la vista
A priori, uno de los obstáculos más difíciles de salvar en la negociación conjunta podría ser la sólida postura del mandatario holandés, Mark Rutte, cuyo gobierno aspira a un control férreo de las ayudas, y al requisito de un consenso unánime, tanto para aprobar los planes nacionales de acceso a las subvenciones como para cada uno de las transferencias que se realicen.
De cuánto suavice Holanda esta postura podría depender en gran medida la posibilidad de un acuerdo relativamente rápido. Frente a su exigencia de unanimidad, el resto de los países proponen una aprobación por mayoría cualificada de las ayudas a repartir.
Otra de las controversias que podrían lastrar las negociaciones es la referida a los criterios que definirán la fórmula del reparto de los fondos. La propuesta inicial de la Comisión se centraba en dar importancia a las cifras de empleo de los años previos. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha privilegiado ese criterio para un 70% de los fondos, mientras que para el 30% restante le dio más preponderancia al grado de impacto que el coronavirus ha producido en cada economía nacional.
Las reformas que cada país debe acometer para ganarse el derecho a disfrutar de las ayudas serán también fuente de complejas negociaciones, pero hay un tema de corte político aún más sensible, que amenaza además con poner en entredicho los valores fundamentales de la UE: se trata de la inclusión del respeto al Estado de Derecho en el condicionado de acceso a los fondos, una cuestión especialmente problemática para Hungría y Polonia, que llevan años en el punto de mira de la Comisión Europea.
Frente a quienes defienden endurecer esta exigencia respecto al Estado de Derecho, otros países como Portugal o Alemania ya han sugerido que podría ser problemático condicionar demasiado el acuerdo a este requisito.
En suma, se trata un Consejo Europeo al que los países deberán asistir con expectativas moderadas, si quieren sacar adelante el consenso en fechas que permitan que los fondos estén disponibles el 01 de enero de 2021.
VP/Economía/EZ