Voces del Periodista Diario

El buque de China Haiyang Dizhi 8 en la zona exclusiva de Vietnam

En medio del proceso de negociaciones del Código de Conducta en el mar del Sur de China entre los países miembros de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) y China, dentro de los cuales están implicados Vietnam y Filipinas fundamentalmente; Beijín actúa de manera unilateral contra la estabilidad regional.

Desde principios de Julio de 2019 un grupo de barcos de estudios geológico de China, integrado por el buque Haiyan Dizhi 8 y sus escoltas, ingresaron sin autorización o previo aviso en la zona económica exclusiva (ZEE) de Vietnam.

Desde entonces la comunidad internacional ha mantenido diversas posiciones, pero particularmente las grandes naciones. En cambio, China, que refiere un discurso de negociación y entendimiento ha sido el primero en realizar acciones unilaterales.

ES EN ESE SENTIDO,que no pretende lograr un Código de Conducta Vinculante. Una de las cuestiones más criticadas es la del discurso del ministro de defensa chino en la Cumbre de Shangri-La este año en la que expuso las ideas de promover la estabilización en el área mediante la cooperación.

LA PRÁCTICA DEMUESTRAun doble discurso, es decir, promover internacionalmente mediante llamados a la negociación y entendimiento, pero en la práctica, realizar las acciones unilaterales para avanzar en sus propósitos.

Por otro lado, dentro de la ASEAN se han generado divisiones en cuanto a las posiciones en el conflicto. Esto tiene que ver con el poder económico chino y las acciones de poder blando que ejercen mediante “ayudas concesionales” o “donaciones” a determinados países. Es en ese sentido que Myanmar, Laos, y Cambodia mantienen una posición más alejada del conflicto de manera intencionada. Por otro lado, Brunei negoció el tema de las islas que tenían en disputa con China con el propósito de aumentar las inversiones chinas, luego de que los principales inversores occidentales hayan comenzado a retirarse antes la posible previsión de agotamiento de las reservas petroleras del pequeño Estado al corto plazo.

LA ASEANintenta impulsar el diálogo y el entendimiento como mecanismo de integración. Pero las acciones de China impiden que se logre una confianza en los procesos que se están desarrollando de manera bilateral. En menos de 10 años ya se han desarrollado tres incidentes, entre China y Vietnam, en el 2011, luego en el 2014 y ahora en julio–agosto de 2019, ello sin mencionar en otros momentos sucesos de menor envergadura.

La presidencia de Vietnam en el próximo año en ASEAN, así como la membresía no permanente en el Consejo de Seguridad serán oportunidades para discutir con mayor fuerza las cuestiones del conflicto de las zonas en disputa. Interesantes han sido las posiciones recientes de un grupo de Estados particularmente Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido y la India. El Departamento de Estado de Estados Unidos manifestó su profunda preocupación por la intervención de China en la exploración y explotación de petróleo y gas de Vietnam, luego de que un grupo de barcos de estudio geológico de Bejín regresaron a la zona económica exclusiva del país indochino. En una declaración dada a conocer la víspera, la cancillería norteamericana subrayó que las acciones de China pusieron en cuestión los compromisos de Bejín sobre una resolución pacífica para las disputas en el mar.

EL DEPARTAMENTOde Defensa estadounidense también emitió un comunicado apoyando a Vietnam y criticando las actividades chinas en la ZEE de Hanói. La declaración siguió a la intensificación de las actividades de HaiYán Dizhi 8 que se acercó a la costa vietnamita.

POR OTRO LADO,el sitio de la cancillería federal de Alemania publicó una declaración conjunta en la que planteó que cómo Estados parte de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CNUDM), Francia, Alemania y el Reino Unido subrayan su interés en la aplicación universal de la Convención, que establece el marco jurídico integral dentro del cual todas las actividades en los océanos y los mares incluidos en el Mar Meridional de China.

INDIA POR SU PARTEemitió declaraciones en el sitio de su cancillería manifestando su apoyo a las declaraciones estadounidenses en relación a la libertad de navegación. A su vez, destacó que las diferencias deben resolverse mediante las negociaciones pacíficas y no acciones de fuerza, teniendo en cuenta las leyes internacionales.

EN MEDIO DE ESTA SITUACIÓN, agencias internacionales como ReutersAFPAP se dedicaron a expresar el sentimiento anti chino de los vietnamitas. De hecho, hace alusión a la existencia de un grupo “No– U”. El grupo “No-U” toma su nombre de la “línea de nueve trazos” en forma de U que marca las reclamaciones de China en una vasta extensión en Mar de Sur de China, incluidas grandes franjas de plataforma continental de Vietnam, donde ha otorgado concesiones petroleras.

Lo interesante, es que, en medio de esta situación, Filipinas que había mantenido una posición enérgica comenzó a negociar con China. El presidente chino Xi Jinping dijo que China y Filipinas podrían dar un “paso más grande” en el desarrollo conjunto de los recursos de petróleo y gas en el Mar Meridional de China si pueden manejar adecuadamente su disputa sobre la soberanía. Xi hizo el comentario a finales de agosto en una reunión en Bejín con el presidente filipino Rodrigo Duterte, cuya política exterior en gran parte pro China. La visita se produce en medio de un aumento reciente de la tensión en varios frentes, con embarcaciones chinas que desafían los activos energéticos y los límites marítimos de Malaysia, Vietnam y Filipinas. En una conferencia de prensa televisada en Bejín el portavoz de Duterte, Salvador Panelo, dijo que el presidente se mantuvo firme al plantear las preocupaciones de Filipinas sobre la conducta marítima de China, incluido el paso secreto de sus buques de guerra en numerosas ocasiones dentro del mar territorial de Manila de 12 millas. Sin embargo, un informe sobre la reunión de la agencia estatal de noticias Xinhua no mencionó el fallo. Esto podría ser extremadamente complejo y dedicado, ya que ambos países reclaman jurisdicción sobre el Banco Reed, el sitio principal de las reservas de petróleo y gas, a pesar de laudo arbitral que declara que Manila tenía derechos soberanos para explotarlos. Las acciones de Filipinas con China, independiente de las diferencias, conducen a un acercamiento bilateral que puede llevar a la exploración conjunta de recursos energéticos. De lograrse este escenario, Vietnam sería el único actor de mayor preocupación para China, pero también el que mayores probabilidades tiene de tomar acciones en defensa de su espacio. En ese orden, Washington aprovecha tal situación para utilizar a Vietnam en su proyección hacia China.

Vietnam debe valorar qué acciones realizar, especialmente el de lograr un entendimiento bilateral. China no cederá, al contrario, cada vez más dará un paso en su reivindicación. Su creciente poderío lo está utilizando a su favor y ello incluye negociar con sus contrincantes directos del conflicto, especialmente los más débiles, ya lo hizo con Brunei, lo está haciendo con Filipinas, quedan en ese sentido Vietnam y Taiwan. Este último le resulta más fácil porque no es reconocido como Estado, pero detrás está Estados Unidos. Vietnam debe provechar además la presidencia de la ASEAN en este sentido, pero también debe tener en cuenta que internamente tendrá obstáculos, especialmente Cambodia, Brunei, Laos, y Myanman. China en su política con Vietnam realiza una estrategia de doble carril, por un lado, se acerca más en el plano político–partidista y económico, mientras por el otro continuará realizando acciones unilaterales y las intentará separar del tema. Esto conduce peligrosamente a una mayor interdependencia que contribuya a la creación de una red invisible de la que luego le será difícil escapar a Vietnam.

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Redacción Voces del Periodista