Mouris Salloum George
AUNQUE,hacia 1993, al estarse negociando el TLC, se pretendió aquí un deslinde semántico y jurídico entre los términos acuerdo y tratado, y se optaría por el primero argumentando que el segundo implicaría, entre otras concesiones, un ejército único y un sistema de Justicia común, ya con Ernesto Zedillo, éste empezó a enviar a mandos de las Fuerzas Armadas mexicanas a cónclaves de El Pentágono en que se diseñan estrategias para la defensa de seguridad hemisférica.
Vicente Fox, en su turno, embarcó a México en la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (Waco, Texas, marzo de 2005), cuyos contenidos fueron mantenidos en secreto por los tres mandatarios firmantes.
De su lado, Felipe Calderón cedió soberanía militar al aceptar la imposición de la Iniciativa Mérida, enviar cuadros castrenses y civiles a talleres de entrenamiento en bases norteamericanas e incrementar la onerosa adquisición de equipamiento en la industria bélica estadunidense.
Peña Nieto subordinó a México al Comando Norte (EU)
En esa línea, Enrique Peña Nieto subordinó de facto a México al Comando Norte de El Pentágono e incluso fue presionado por Donald Trump para que abriera el territorio mexicano al ingreso de tropas norteamericanas, so pretexto de combatir el crimen organizado.
De otro lado, sin ponderar las consecuencias de eventuales represalias, México ha estado desplazando misiones de paz, especialmente en Medio Oriente, incendiado por los aliados occidentales.
Ordenamientos antiterroristas en línea con la Ley Patriota
Entre los mandatos de Calderón y Peña Nieto, se legislaron iniciativas para tipificar y penalizar acciones civiles constitutivas de delitos deterrorismoen la frecuencia de la Ley Patriota,promulgada por George W. Bush después del 11 de septiembre de 2001.
Los especialistas mexicanos en estudios de Fuerzas Armadas y Seguridad Nacional, al mismo ritmo, han denunciado los riesgos explícitos que para nuestra soberanía entraña ese sometimiento no tan silencioso a los designios de Washington. No han sido escuchados.
Durante ese periodo, no se dieron los pasos requeridos para una Reforma Militar a fondo conforme las nuevas circunstancias internacionales, si bien se revisaron por separado las leyes orgánicas de las secretarías de la Defensa y la Marina Armada de México.
La Guardia Nacional emplazada en la frontera sur
La nueva administración enfocó las reformas constitucionales a la institución de la Guardia Nacional, cuya composición y funciones, bajo el signo de la ambigüedad, siguen siendo objeto de controversias, sobre todo por su emplazamiento en la frontera sur, exigido por Washington.
La cuestión viene a tema hoy, en el umbral de una Tercera Guerra Mundial de naturaleza nuclear, calentada por el inestable inquilino de la Casa Blanca.
OTAN sobre Medio Oriente; en AL, crisis de estrategia
Dos enfoques sobre el asunto incluimos en esta edición, 1) La iniciativa alemana de despliegue en Medio Oriente de tropas europeas bajo órdenes directas de la Organización del Tratado del Atlántico (OTAN), desafiando la hegemonía de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos en ese capítulo, desde la perspectiva de nuestro analista Manlio Denucci.
2) La crisis estratégica de las Fuerza Armadas Latinoamericanas, vistas por Raúl Zibechi como resultado de la corrupción y parálisis de sus cuerpos, sin rumbo estratégico, sin recursos y carcomidas por denuncias de violaciones de los Derechos Humanos.
México debe hacer mérito al Premio Nobel de la Paz
Por experiencia histórica y vocación humanista, México ha merecido el Premio Nobel de la Paz. Con esta responsabilidad sobre sus hombros, con la mira puesta en la pacificación interna, el actual gobierno no parece haber percibido y prevenido los peligros de profundización de una conflagración mundial en ciernes.
Es llegada la hora de entender que la seguridad hemisférica no puede garantizarse si antes cada Estado latinoamericano no toma conciencia de que la subversión tiene sus hondas raíces en las estructuras de desigualdad socioeconómica, que subvierten el orden interno y proyectan ya sus impactos en la estabilidad de los países, obligados a dar acogida a las víctimas de la crisis humanitaria que azota sobre la humanidad de casi 700 millones de personas. Es tiempo ya de ponerse las pilas antes de que se nos imponga la hitleriana solución final.