* El Bien del País, La Divina Ilusión y La Piel de Venus se presentarán durante 10 semanas en el Centro Cultural Teatro 2.
Por Eder Zárate
CIUDAD DE MÉXICO, 24 de agosto de 2018.- Ante las malas noticias, lo mejor es sumar y actuar. Como el teatro, capaz de representar a una sociedad para reconocer sus verdades y sensibilizarla a través de la comedia y el drama, pero sobre todo la ayuda a ser empática.
Cada vez que el público se atreve a conocer un teatro, se dispone a adentrarse en un mundo
completamente vivo, capaz de sorprender a cualquiera. El Foro Shakespeare, como se conoce y lo que habita en él, lo hacen uno de esos teatros.
Acercarse a él, es conocer a un grupo de productores, promotores y profesionales, quienes a partir del próximo 30 de septiembre tendrán que desocupar su espacio, sus 35 años de historias de constante reinvención y producción escénica, orillados a cerrar el telón para difícilmente volverlo a abrir.
Acercarse al Foro Shakespeare, permite comprender porque ellos mismos gritan: “A la mierda el Shakespeare”. Porque ellos no sólo se dedican a crear teatro cultural, también trabajan para devolver algo a su comunidad, a través de actividades culturales gratuitas, abiertas a todo público; dedican tiempo y obra a la sensibilización y reinserción social con una compañía de teatro penitenciario dentro de Santa Martha Acatitla.
Adentrarse en un teatro y conocer a colegas como Itari Marta, Bruno Bichir y Samuel Sosa que aman tan profundamente el quehacer teatral, produce amistad, emoción, deseos de sumar y decir: Sí, a mi me importa.
Por eso el día de ayer anunciaron en conferencia de prensa, que el Centro Cultural Teatro 2 abrirá sus puertas durante 10 semanas, de septiembre a noviembre del presente año, con una cartelera dedicada al último adiós del Foro Shakespeare. En ella veremos tres obras que hablan de la importancia del teatro para una sociedad. Dichas obras son las siguientes:
El Bien del País, una obra sobre la justicia, la libertad y el poder transformador del teatro. Basada en la novela The Playmaker de Thomas Keneally. Este texto cuestiona de forma severa el sistema penitenciario de Sidney, Australia en 1788, que no dista mucho de nuestra actualidad; su vigencia condujo al director Zachary Fine a escenificarla en México.
Los actores que dan vida a este proyecto son: Antonio Algara, Alejandra Ambrosi, Everardo Arzate, Jerónimo Best, Artús Chávez, Nohemí espinosa, Teté Espinoza, Itari Marta, Fernanda Borches, Arturo Reyes, Héctor Berzunza y Salvador Petrola. La dramaturgia corre a cargo de Timberlake Wertenbaker, con la traducción de Héctor Álvarez y Zachary Fine está al frente de la dirección. El vestuario es de Emilio Rebollar, la iluminación de María Vergara, el diseño de audio lo realiza Eduardo Espinar y Baltazar Morelos participa en la producción ejecutiva. Se presentará lunes y martes a las 20:30 horas a partir del 10 de septiembre hasta el 12 de noviembre en el CCT2.
La Divina Ilusión, es el texto más reciente de Michel Marc Bouchard, autor sumamente conocido por Boris Schoemann, traductor y director de esta puesta en escena. La Divina Ilusión es una obra que habla de la tensa relación entre la Iglesia y el teatro, de las diferencias entre clases sociales, de los derechos humanos para la clase proletaria, de los sueños y anhelos de la juventud, pero sobre todo, la obra nos habla del poder del teatro, el poder que tiene de transportarnos a otros mundos, de inventar universos a los cuales acudir para escapar de la realidad y de la cotidianidad.
El elenco de esta temporada lo conforman Pilar Boliver, Miguel Conde, José Daniel Figueroa,
Miguel Corral, Dalí González, Gabriela Guraieb, Olivia Lagunas, Constantino Moran, Paula Watson, Servando Ramos, Eugenio Rubio y Mahalat Sánchez. En la creación de escenografía e iluminación se encuentra Fernando Flores Trejo; el diseño de vestuario de época es de Estela Fagoaga; el maquillaje y peluquería de Maricela Estrada y el diseño sonoro y musicalización de Joaquín López “Chas”. Se presentará los miércoles a las 20:30 horas a partir del 12 de septiembre hasta el 14 de noviembre en el CCT2.
La Piel de Venus, es una obra que habla de masoquismo, de la objetivación del cuerpo, de relaciones de poder y sumisión, de violencia física y emocional. Esta obra es la posibilidad de reflexionar en torno al ejercicio del poder dentro de la sexualidad ya que, pese a que propone una situación límite de dos personajes muy poco convencionales, invita a repensar en las dinámicas de pareja que todos ejercemos, en las pequeñas licencias que se otorgan, en los pequeños límites que se cruzan, todo en aras de la permanencia del otro, del amor.
La obra de David Ives, contará con las actuaciones de Gabriela Zas Montero y Miguel Conde, quienes estarán bajo la dirección de Angélica Rogel. Se presentará los jueves a las 20:30 horas a partir del 13 de septiembre hasta el 15 de noviembre en el CCT2.