Voces del Periodista Diario

Termina temporada “Vincent, girasoles contra el mundo” en el Teatro Helénico

* Los padrinos de honor de la develación de placa por fin de temporada fueron los primeros actores Luisa Huertas y Patricio Castillo.

Por Eder Zárate

CIUDAD DE MÉXICO, 05 de noviembre de 2019.- El Teatro Helénico se engalanó desde el pasado mes de julio con la puesta en escena: Vincent, girasoles contra el mundo, obra que pone al descubierto la personalísima relación del primer actor mexicano Mario Iván Martínez con una de las más recias personalidades de la pintura, Vincent Van Gogh (1853-1890). En este nuevo texto dramático, Martínez, hurga e insiste en los encuentros y desencuentros ocurridos en la vida fascinante y turbulenta de este genio de la plástica moderna. Resalta asimismo la figura de la escritora y feminista Johanna Bonger de Van Gogh, cuñada de Vincent y heredera de su vasta producción pictórica y epistolar.

Inspirado por la experiencia de prestar su voz al documental Vincent, pinceladas de un genio de Peter Knapp y Francois Bertrand, producido por el museo de Orsay, el Museo Van Gogh y el Centro Cultural Tijuana, el actor mexicano decidió someterse a un proceso de investigación que culminó con esta creación literaria, dando seguimiento a esta experiencia. Después de tres años de trabajo, este afán ha desembocado en un nuevo texto dramático que se estuvo presentando bajo la dirección de Luly Rede, en complicidad con los actores Paula Comadurán y Fernando Memije.

“El siglo XXI vive un romance con Van Gogh; todo acerca de él nos hechiza y conmueve hasta la médula, desde su pintura y sus escritos, hasta sus vacilaciones existenciales. En el mundo contemporáneo abundan las propuestas fílmicas, los tratados sobre su vida y obra. Al mismo tiempo el Museo Van Gogh en Amsterdam recibe a dos millones de visitantes anuales. En Arlés, al sur de Francia, Vincent creó algunas de sus obras más memorables. Sin embargo, los habitantes de esa ciudad provenzal le desterraron. Paradójicamente, restaurantes y hoteles de Arlés, hoy adoptan con orgullo el nombre de Van Gogh, como si quisieran expiar la culpa de haberle aborrecido. En contraste, este hombre cultísimo, sensible y solitario, hijo de un pastor protestante, llegó a pasar días enteros sobreviviendo con un pedazo de pan fiado y múltiples tazas de café, pintando restaurantes donde no podía sentarse a comer por falta de recursos.

Van Gogh no vivió lo suficiente para ver reconocido su talento, pero tampoco habría podido soñar que se convertiría en una fuente de inspiración para posteriores generaciones de artistas. Vincent quiso exorcizar el dolor a través de su arte; la pintura fue el impulso vital que le garantizó la redención y su historia es digna de ser contada en escena”, llegó a comentar el actor protagonista, Mario Iván Martínez, al inicio de la temporada.

Cabe destacar que previo a la temporada, allá en el verano del año 2017, Mario Iván enriqueció su trabajo en Francia, Holanda e Inglaterra visitando los lugares donde Vincent Van Gogh realizó la mayor parte de su proceso creativo. Optó, entonces, por reconstruir los pormenores de la vida del pintor con una mirada personal, alejándose del mito, acercándonos al hombre con sus virtudes y flaquezas, con sus obsesiones e inagotable inquietud poética.

Es así de esta manera que el Centro Cultural Helénico tuvo el privilegio de presentar desde el pasado 08 de julio este homenaje escénico llamado Vincent, girasoles contra el mundo en voz de uno de los creadores más versátiles: Mario Iván Martínez. 

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