WASHINGTON (Notimex) 25 de enero de 2020.- La corte federal de Brooklyn publicó una nueva orden de arresto contra Iván Reyes Arzate, excomandante de la Unidad Especial Antidrogas de la extinta Policía Federal, condenado por facilitar información al cártel de los Beltrán Leyva, cuando Genaro García Luna era secretario de Seguridad Pública en México.
La víspera, en una audiencia en Nueva York, el acusado se declaró inocente de tres cargos de conspiración internacional para importar y distribuir cocaína en Estados Unidos, dijo el vocero fiscal, Richard Donoghue.
Actualmente cumple una condena en Estados Unidos por facilitar información de la Agencia Antidrogas de ese país (DEA) al cártel de los Beltrán Leyva. En 2018 fue sentenciado a tres años y cuatro meses de prisión por un juez federal en Chicago.
Tras purgar su condena en Chicago, el excomandante sería liberado el 27 de enero y luego deportado a México; sin embargo, un jurado federal en Brooklyn, lo acusó el jueves pasado de tres nuevos cargos de conspiración.
De 2003 a 2016, Reyes Arzate trabajó en la Unidad de Investigación Sensible de la entonces Policía Federal mexicana, misma que según el documento judicial presentado por la corte de Brooklyn, supervisaba García Luna durante el gobierno del expresidente Felipe Calderón.
Por ello se determinó que el caso del expolicía estaba “presuntamente relacionado” con otros casos en Brooklyn contra “El Chapo” Guzmán y Genaro García Luna, pues los hechos surgieron de los mismos esquemas, transacciones y eventos criminales, reporta Voz de América.
“CNN se ha intentado comunicar con el abogado defensor de Reyes Arzate pero no ha logrado contactarlo por el momento”, informó la cadena estadounidense la víspera.
Actualmente García Luna está en una cárcel de Nueva York y su abogado, César de Castro, ha dicho que no negocian un acuerdo de culpabilidad y buscan ir a juicio sin aceptar su responsabilidad por los cuatro delitos que se le imputan: tres por narcotráfico y otro por falsedad de declaración, mismos por lo que podrían condenarlo a entre 10 años y cadena perpetua.
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