Las investigaciones llevadas a cabo tras los atentados terroristas en París, indican que en Bruselas, Bélgica, fueron organizados los ataques suicidas que conmocionaron al mundo occidental. Se trata, según dicen los analistas, “del brazo más débil de la Unión Europea en la lucha contra el terrorismo”.
“No es sorpresa que Bélgica esté involucrada en los ataques en París, debido a que ha sido base logística de otros atentados”, señaló el analista Leandro di Natala a El Universal. Las armas utilizadas, tanto en la masacre en el semanario Charlie Hebdo, a principios de este año, como en el secuestro en la tienda judía de París, que terminó con cinco muertos, incluyendo el terrorista, Amedy Coulibaly, salieron de ese país, afirmó.
En Bélgica, mientras tanto, el fiscal federal confirmó que este jueves se realizaron seis allanamientos en y alrededor de Bruselas, vinculados a la búsqueda de dos sospechosos: Bilal Hadfi y Salah Abdeslam.
Hadfi, de 20 años, era uno de los atacantes suicidas que detonó explosivos afuera del Estade de Francia, cuando se llevaba a cabo un partido amistoso entre las selecciones de Francia y Alemania. En el estadio se contaba con la presencia del mandatario francés François Hollande.
El sujeto, de nacionalidad francesa, vivía en Bélgica y había estado en Siria.
Un portavoz del fiscal federal belga señaló que las autoridades de ese país tenían un archivo sobre Hadfi con información que data de principios de este año, cuando se cree que viajó a Siria.
Mientras tanto en París la cámara baja del parlamento, la Asamblea Nacional, votó para extender por tres meses el estado de emergencia en el país.
Poco antes de la votación, el primer ministro Manuel Valls advirtió que Francia puede enfrentar ataques químicos o biológicos de grupos terroristas.
La extensión del estado de emergencia, que el viernes deberá aprobar el Senado, incluye:
- Colocar bajo arresto domiciliario a quien se considere una amenaza pública.
- Prohibir que sospechosos se comuniquen entre sí.
- Permitir que la policía lleve a cabo allanamientos sin aprobación previa de un juez, si se piensa que el público está en peligro.