“A pesar de ganar el segundo debate por goleada (todas las encuestas), es difícil ir bien cuando Paul Ryan y otros te dan ¡apoyo cero!”. El tuit de Donald Trump esta mañana tomó a todos por sorpresa porque sonó a una suerte de admisión pública de que su campaña se hunde, luego de que el lunes el dirigente republicano con mayor cargo electivo de la actualidad, Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes, dijo que ya no hará más campaña por el magnate ni lo defenderá. Además no se sabe de dónde sacó la afirmación de que él había ganado, cuando resulta evidente que la nave de su campaña hace agua por todos lados.
Ryan efectivamente abandonó a Trump. Dijo a los legisladores de su bancada en una teleconferencia el lunes que no hará campaña por Trump y se concentrará en la lucha por mantener la mayoría republicana en la cámara baja.
No estaba claro a cuáles encuestas se refería Trump. En realidad se dieron a conocer dos sondeos tras el debate del domingo, y ambos daban ganadora a Hillary Clinton.
Trump viene de sufrir los embates de un escandaloso audio en el que se lo escucha decir barbaridades sobre las mujeres, y en el que describe cómo intentó “follarse” a una mujer casada.
El audio explotó literalmente en el Partido Republicano, dividiendo al partido a niveles de “guerra civil”. Mientras Ryan abandonaba a Trump, el jefe del Comité Nacional Republicano (RNC, por sus siglas en inglés), declaró que estaba en total coordinación con el cuestionado candidato a la Casa Blanca: dos posiciones que recalcan cómo el partido está cada vez más enfrentado internamente a medida que se acerca la cita electoral del 8 de noviembre.
Partidarios de Trump se congregaron ante la sede del RNC en el Capitolio el lunes. “Él ya tiene que luchar contra Hillary y Bill (Clinton) y los medios. ¿Ahora tiene que luchar contra otros republicanos?”, preguntó Kelley Anne Finn, de 58 años, del norte de Virginia. “No votaremos a favor de quien no vote por Trump”, dijo desilusionada de sus compañeros de partido.
Cuarenta senadores y congresistas republicanos han revocado su apoyo al candidato del partido a la Casa Blanca y casi una treintena de ellos le pidieron en los últimos días que abandone la contienda electoral. Ya ni sus amigos en las oficinas del partido, ni siquiera la gente que hace el aseo en oficinas y pasillos, lo ven con buenos ojos. Sobre todo las mujeres, que se hacen una imagen de lujurioso y sucio a su persona a raíz del material divulgado el fin de semana. Pocos eran los defensores acérrimos del empresario en un principio, pero la gota que colmó el vaso fue la emisión a finales de la semana pasada de la grabación en la que el ex astro de los reality shows emplea lenguaje vulgar y soez contra las mujeres.
En este clima de guerra interna, Trump advirtió que hay que estar atentos a que no le roben las elecciones.
“Tengamos los ojos abiertos de manera que no nos roben las elecciones”, dijo el empresario durante un acto político en Wilkes-Barre, Pennsylvania. Trump advirtió que el 8 de noviembre será como el “Brexit” (por el referendo británico para abandonar la Unión Europea) de Estados Unidos.
Muchos opinan, en medios de comunicación, artísticos, políticos y laborales, que solo está dando patadas de ahogado.
(Nota de Clarín)