Un misil tierra-tierra capaz de transportar una ojiva de hasta tres toneladas, y con un alcance de vuelo de entre 350 y 400 kilómetros, está siendo desarrollando por Corea del Sur, según lo revelaron este jueves fuentes familiarizadas con el asunto citadas por la agencia de noticias Yonhap.
Se trata de un proyectil balístico masivo tan poderoso como un arma nuclear táctica, que estaría ya en la etapa final del proceso. Se estima que será desplegado apenas se le someta a varios lanzamientos de prueba.
¿Para qué sirve?
El proyectil está diseñado para destruir instalaciones y bases de misiles subterráneas, al penetrar en ellas para anular de manera efectiva los misiles balísticos nucleares e intercontinentales antes de que sean lanzados. Las fuentes aseguran que puede alcanzar todas las zonas de Corea del Norte, al menos si es lanzado desde áreas cercanas a la frontera intercoreana.
En esta misma jornada, el Ministerio de Defensa surcoreano prometió crear nuevos misiles “con un poder destructivo significativamente mayor“, así como desplegar nuevos interceptores contra eventuales amenazas de artillería de largo alcance y actualizar el sistema Patriot.
Asimismo, indicó que la finalidad de desarrollar misiles más potentes, de mayor alcance y más precisos es ejercer la disuasión contra potenciales amenazas, mejorar las capacidades de ataque contra los principales objetivos y lograr la seguridad y la paz en la península coreana.
Indicios “profundamente preocupantes”
El anuncio fue precedido el pasado mes de mayo por un acuerdo entre Seúl y Washington para levantar las restricciones de las ‘directrices de misiles’, que impedían a Corea del Sur desarrollar o albergar misiles balísticos con un alcance máximo superior a los 800 kilómetros.
Por otro lado, el citado ministerio del país asiático detalló que a mediano plazo se destinarán 273.000 millones de dólares a un exhaustivo programa de defensa, lo que supone en promedio un aumento interanual de 5,8 % en gastos militares durante el próximo lustro.
Esta semana, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) indicó en un informe que se han detectado indicios “profundamente preocupantes” de que un reactor nuclear ubicado en el complejo norcoreano de Yongbyon ha estado funcionando desde el pasado mes de julio.
