La esperada reunión en la Casa Blanca entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la canciller alemana, Angela Merkel, acaparó los reflectores de las agencias de noticias en el mundo, no sólo por las conversaciones divergentes entre ambos líderes, sino por los momentos incómodos que el republicano hizo pasar a su invitada, al no querer estrechar su mano en una conferencia con periodistas, lo que exhibe la difícil relación entre ambos.
El desencuentro estuvo marcado por las refutaciones de Trump a Merkel en todo tipo de temas, desde el futuro de la Unión Europea (UE) y la OTAN hasta la inmigración y los refugiados, pasando por el comercio, el acuerdo nuclear con Irán o la relación con Rusia.
La nota que ha dado la vuelta al mundo y que nuevamente pone a Trump en el ojo del huracán por su misoginia y falta de respeto hacia las mujeres es el desplante hacia Merkel y que tuvo como escenario el Despacho Oval de la Casa Blanca.
La anécdota, captada por los periodistas, reporteros gráficos y camarógrafos de las televisoras que cubrieron el evento y fue la conclusión a una surrealista foto conjunta de ambos líderes.
Incomodidad
Al término del encuentro, donde los periodistas pedían muestras de comunión entre ambos, aunque fuera de forma forzada, no funcionó y por el contrario, Trump no miró a Merkel ni una sola vez. En vez de eso, se le observa mirando al suelo y a los fotógrafos de su izquierda.
La canciller alemana, a pesar de la incómoda reunión con su anfitrión, mostró una actitud más cercana al mandatario republicano.
Trump sólo tuvo palabras para recomendar a los reporteros gráficos que: “Manden una buena foto a Alemania”, y, cuando la prensa le interrogó sobre cómo fue el encuentro entre él y Merkel, de manera apurada dijo que “muy bien” y “hablamos de muchas cosas” sin especificar si hubo acuerdo en algún tema o no.
Nerviosismo
Fue en ese momento cuando los periodistas pidieron a ambos líderes que se dieran la mano. Merkel, aparentemente, se inclinó hacia Trump y le preguntó: “Nos damos la mano?” y por varios segundos espero una respuesta que no llegó, ya que Trump no expresó palabra y tampoco volteó a verla.
Sin dejar de mover las manos con cierto nerviosismo, Trump no intercambió palabra con su invitada.
(Nota de agencias en Washington)