París, Francia.- El grupo yihadista Estado islámico (EI) sufrió ayer dos severos golpes con la detención en Montpellier de cuatro jóvenes que proyectaban un inminente atentado de gran envergadura y la muerte en Irak de Rachid Kassim, inspirador del ataque terrorista de Niza y de otros atentados perpetrados el año pasado en Francia.
En la acción más importante, la brigada antiterrorista detuvo a una adolescente de 16 años y tres jóvenes de 20, 26 y 33 años que preparaban un ataque kamikaze en una zona turística de París y otro en un local nocturno de Montpellier, ciudad ubicada a 750 kilómetros al sur de la capital. En los últimos días incluso se habrían producido divergencias en el grupo sobre la elección de los objetivos, indicó una fuente policial.
El grupo había almacenado 70 gramos de TATP -un potente explosivo frecuentemente utilizado por los yihadistas-, una gran botella de acetona que acababan de comprar, así como un litro de agua oxigenada y otro de ácido sulfúrico. Todos esos componentes pueden ser utilizados para fabricar explosivos. También descubrieron material informático que al parecer usaban para consultar sitios islamistas radicalizados y redes sociales que operan en internet, y para mantenerse en contacto con las organizaciones yihadistas en Siria e Irak.
Los cuatro detenidos formaban una célula que “se aprestaba a pasar al acto en forma inminente”, aseguró la policía.
El joven de 20 años era conocido de los servicios de inteligencia y era monitoreado en permanencia luego de haber sido detenido en 2016 en Turquía cuando trataba de pasar a la zona de conflicto de Siria e Irak controlada por el EI.
Antes de perpetrar el atentado, pensaba casarse religiosamente con la adolescente, que regularmente tenía una actividad muy intensa en las redes vinculadas a los movimientos yihadistas. En sus contactos a través de internet, había expresado su deseo de viajar a las zonas de combate y de perpetrar un atentado en Francia.
En un primer análisis de su computadora, los expertos de los servicios de inteligencia descubrieron que el miércoles último había jurado lealtad al Estado Islámico en un vídeo que transmitió poco después por las redes sociales.
El hombre de 33 años, conocido por sus vínculos con el islamismo radical y con numerosos contactos en Siria, era al parecer el “tutor” de la pareja. La cuarta persona fue detenida por hallarse en ese momento en el apartamento registrado, pero la policía reconoce que aún se ignora su grado de vinculación con la célula.
También hubo registros e interpelaciones en una localidad no precisada de la región de las Ardenas, en el norte de Francia.
La brigada antiterrorista decidió actuar luego del vídeo difundido por la adolescente y de comprobar el potencial de riesgo que presentaban los materiales comprados para fabricar explosivos. Esa intervención parece confirmar que el grupo se encontraba bajo la estrecha vigilancia de los servicios de inteligencia.
La amenaza de nuevos atentados se produjo una semana después del ataque perpetrado el pasado 3 de febrero por un egipcio de 29 años en el Museo del Louvre. El agresor, armado con dos machetes, se abalanzó sobre una patrulla militar al grito de “Allahu Akbar” (Alá es el más grande).
La noticia sobre el descubrimiento de la célula de Montpellier agudizó la tensión que existe en el país debido a la ola de terrorismo islamista que provocó 238 muertos desde enero de 2015.
“Todavía estamos ante una amenaza extremadamente elevada”, afirmó el primer ministro Bernard Cazeneuve.
Al mismo tiempo se supo que en un ataque con dron de la aviación de Estados Unidos en Irak fue eliminado el yihadista francés Rachid Kassim, considerado como el inspirador de varios ataques perpetrados en Francia en 2016.
Nacido hace 30 años en la ciudad de Roanne, cerca de Lyon, Kassim era conocido como el “gurú” de los niños terroristas o el “monje negro” del yihadismo.
Los servicios de inteligencia franceses responsabilizan a ese personaje extraordinariamente persuasivo de haber sido quien reclutó y “teleguió” a un comando de cuatro mujeres, bautizadas las amazonas del yihad, que proyectaban hacer estallar un automóvil cargado de explosivos cerca de la catedral Nôtre Dame de París.
El procurador del Tribunal Antiterrorista de París, François Molins, también le atribuyó haber manipulado a Mohamed Lahouaiej-Bouhlel, el autor del atentado de Niza, que provocó 86 muertos y más de 400 heridos el 14 de julio pasado.
Dos semanas más tarde, influenció a los jóvenes yihadistas Adel Kermiche y Abdel Malick Petitjean, que el 26 de julio degollaron en plena misa al sacerdote Jacques Hamel en su iglesia de Saint-Etienne du Rouvray (Normandía).
Otro de sus discípulos había sido Larossi Abballa, que el 14 de junio decapitó a un matrimonio de policías en su casa de Magnanville.
Los servicios de inteligencia descubrieron que todos esos terroristas habían estado regularmente en contacto con Kassim a través de la mensajería codificada Telegram.
Convertido en portavoz oficial del EI en lengua francesa, su campo de acción predilecto eran las redes sociales hasta que Facebook cerró su cuenta y, desde ese momento, comenzó a operar esencialmente a través de Telegram.
Kassim se hizo famoso en 2013, cuando fue filmado a cara descubierta, vestido con uniforme militar de camuflaje, mientras decapitaba a un rehén.
Ese episodio, sumado a la influencia que ejercía sobre los jóvenes candidatos a terroristas, lo habían convertido en una prioridad para los servicios de inteligencia occidentales.
(Nota de Carlos Siula, corresponsal para La Crónica)