Por Francisco Fonseca N. Colaborador
MÉXICO (Notimex) 18 de junio de 2018.- Tras la histórica reunión de los mandatarios Donald Trump de Estados Unidos y Kim-Jong-un de Corea del Norte, en Singapur, surgieron los comentarios con críticas de voceros, representantes populares, analistas y politólogos.
En una rueda de prensa posterior a la firma del acuerdo, el mandatario estadounidense elogió lo conseguido y dijo que el encuentro con el líder norcoreano había sido “honesto, directo y productivo”. Así, Estados Unidos se comprometió a ofrecer garantías de seguridad a quien hasta hace poco era su enemigo.
Corea del Norte, por su parte, se comprometió a trabajar en una desnuclearización completa de la península coreana.
“El presidente Trump y el presidente Kim Jong-un condujeron un intercambio de opiniones comprensivo, profundo y sincero sobre asuntos relacionados al establecimiento de nuevas relaciones entre Estados Unidos y la República Democrática del Pueblo de Corea (RDPC) y el establecimiento de un régimen de paz duradero y robusto en la península coreana.
“El presidente Trump se comprometió a ofrecer garantías de seguridad a la RDPC, y el presidente Kim Jong-un reafirmó su compromiso firme y decidido para completar la desnuclearización de la península coreana”, afirmá el documento fírmado por ambos mandatarios.
Convencidos de que el establecimiento de nuevas relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte contribuirá a la paz y la prosperidad de la península coreana y del mundo, y reconociendo que la edificación de la confianza mutua puede promover la desnuclearización de la península coreana, el presidente Trump y el presidente Kim Jong-un establecen lo siguiente:
Estados Unidos y Corea del Norte se comprometen a establecer nuevas relaciones y a unir sus esfuerzos para construir un régimen de paz duradero y estable en la península coreana.
Al reafirmar la Declaración de Panmunjon del 27 de abril de 2018, Norcorea se compromete a trabajar hacia la completa desnuclearización de la península coreana, ambos países se comprometen a recuperar los restos de los Prisioneros de Guerra Desaparecidos en Combate, que incluye la inmediata repatriación de los que ya han sido identificados.
Tras reconocer que la Cumbre Estados Unidos-Corea del Norte -primera en la historia- fue un evento histórico de gran importancia y superando décadas de tensiones y hostilidades entre los dos países para la apertura de un nuevo futuro, los presidentes Donald Trump y Kim Jong-un se comprometen a implementar las estipulaciones de esta declaración conjunta total y diligentemente.
Estados Unidos y Corea del Norte se comprometen a mantener negociaciones de seguimiento dirigidas por el Secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, y un funcionario relevante de alto nivel de Corea del Nortre, en la fecha más pronta posible, para implementar los resultados de la Cumbre.
El pasado 12 de junio en la Isla de Sentosa los observadores reaccionaron de inmediato tras conocer el texto de la declaración conjunta de lo que Trump describió como un acuerdo “muy amplio” que se ocuparía de un problema muy grande y muy peligroso para el mundo”.
Muchos aseguran que el documento carece de sustancia, en particular sobre cómo se logrará la desnuclearización de la península.
El experto en asuntos de Corea, de la Universidad Nacional de Pusan, Corea del Sur, el profesor Robert E. Kelly afirmó que el documento es “bastante genérico” y que, en realidad, no se logró nada en estas conversaciones sin precedentes.
James Acton, investigador senior del Programa de Política Nuclear del centro de estudios para la paz Carnegie Endowment, criticó el documento y escribió en Twitter:
El lenguaje de desnuclearización es débil y carente de significado por tres razones: (Hablan de trabajar) “Hacia”, para Corea del Norte “la desnuclearización de la península de Corea” (no es igual) a desarme unilateral y, al reafirmar la declaración de Panmunjom, Washington concede que la desnuclearización de Norcorea es parte del desarme global.
VP/Internacional/EZ