Voces del Periodista Diario

Falta dinero en Venezuela y se producen disturbios y saqueos

La operación imposible de Nicolás Maduro resultó imposible. Disturbios, protestas, saqueos y enfrentamientos en varios estados del país resumen la primera jornada tras la “desmonetización” de los billetes de 100 bolívares, casi el 75% del dinero en efectivo del país. Una especie de corralito monetario a la criolla, marcado por la escasez de papel moneda y el racionamiento de los bancos, que se confabularon para elevar la tensión social y el desespero por buena parte de la geografía nacional.
La primera promesa presidencial, que bastarían 72 horas para recoger los 6.000 millones de billetes de 100, no se ha cumplido, como era de esperar. Pero la segunda (los nuevos billetes de 500 bolívares y monedas de 100 que circularían desde el jueves), tampoco. ¿Resultado de la improvisación? Los venezolanos se ven con muy escaso efectivo, incluso con cajeros automáticos repartiendo los billetes prohibidos, en el momento del año cuando más necesario es y en medio de una inflación de más del 750%, que ha pulverizado sus ingresos y disparado los precios.
No conforme con las dos promesas incumplidas, el primer mandatario ha apretado aún más las tuercas a su pueblo: “He cambiado el decreto y de 10 días lo hemos llevado a cinco días (el canje final en las dos oficinas del Banco Central de Venezuela) hasta el 20 de diciembre”, anunció en un mensaje a la nación. Maduro también ha decidido prorrogar el cierre de la frontera hasta el domingo.
“Todo esto es un esfuerzo que se está haciendo para enfrentar maldades y trampas… Le querían hacer daño a la patria en diciembre para echarle a perder las Navidades”, clamó el presidente.
Ni bancos ni comerciantes, por orden gubernamental, aceptan los billetes, pese a que todavía quedan en las calles del interior, más alejadas que nunca del centro de Caracas. Allí, muy cerca del Palacio presidencial de Miraflores, se prometió el primer día de canje final de los “marrones” (billetes de 100) en la sede central del Banco Central de Venezuela (BCV).
El canje no fue tal, ya que los ciudadanos sólo recibían una constancia del depósito. El dinero nuevo tampoco había llegado al corazón financiero del país. La indignación crecía y no se callaba, incluso ante las pocas cámaras de televisión no estatales. “¿Por qué Maduro no viene a hacer la cola? ¡Es un abusador!”, resumió Alexis Pacheco. Otros, como Giancarlo M., llevaban 3.000 bolívares escasos para la comida de su hijo, de 6 años. Tampoco obtuvo dinero “legal” a cambio.
En el otro lugar programado para hacerlo, Maracaibo, la segunda ciudad más grande del país, han estallado los peores disturbios, tras comprobar la población que no se estaba produciendo el canje.
“¡Necesitamos respuestas!”, gritaban, antes de iniciar el primer forcejeo con la policía. Minutos después se han producido varios saqueos de establecimientos, con cientos de personas corriendo de un lugar a otro mientras las fuerzas de seguridad les reprimían con gases lacrimógenos y perdigones. Carnicerías, fruterías, tiendas de ropa y otros locales fueron desvalijados.
A tiro limpio han sido reprimidos varios manifestantes en Santa Bárbara, en el estado de Barinas, la cuna de la revolución. Un grupo de personas, que intentaba asaltar un camión que transportaba dinero, recibió una ráfaga de disparos. Al menos cuatro personas resultaron heridas.
Otros enfrentamientos se han sucedido en los estados de Monagas, Anzoátegui, Bolívar, Mérida y Táchira. Se han registrado saqueos de camiones de pollo, asaltos a tiendas de ultramarinos, saqueos de locales, cortes de calles, bloqueo de carreteras… “El repudio del pueblo al gobierno ha degenerado en saqueos, ¡hay hambre!”, ha clamado el dirigente opositor Andrés Velásquez desde Bolívar.
Las protestas en varios estados reproducen los momentos de alta tensión que se vivieron a mitad de año, cuando la escasez de alimentos provocó la ira en parte de la población, que se lanzó a las calles de Cumaná (capital de Sucre), Petare y Catia, barrios populares de Caracas, entre otros.
“Vienen semanas muy duras. Esta salida abrupta genera caos y colapsa el sistema de pagos”, resume el economista Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica.
Para más inri, los puntos de venta (pago con tarjetas de crédito y débito) presentan lentitud y fallos. “Con la sobredemanda veremos más problemas y sumará la escasez de papel”, adelantaba el economista Luis Oliveros.
Mientras el gobierno espera el despliegue de los nuevos billetes, Maduro adelantó que 76 millones de bolívares, en billetes de 50, acaban de llegar al país. “Sólo corresponderían cuatro billetes a cada venezolano, si se toma en cuenta los casi 20 millones de personas que integran el Registro Electoral”, critica el gobernador Henrique Capriles, que añade que si “el gobierno no da prórroga para el canje de billetes, habrá un estallido social y el pueblo saldrá a la calle. Sabemos que esa no es la solución y por eso no lo promovemos”.
 
(Nota de La Crónica con información de agencias)

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