Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, teme que la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que declaró formalmente ilegales las colonias hebreas en territorio de Cisjordania no sea un punto y aparte, sino que desencadene más reprimendas internacionales en las próximas semanas.
La emisora radiofónica estatal Kol Israel, por ejemplo, habló ayer de “preocupación” en el ejecutivo porque “Obama dé un nuevo golpe diplomático a Israel antes de que acabe su mandato”. Por ello, Netanyahu convocó al Gabinete de Seguridad del país, para, según la emisora, tratar “la posibilidad de que la Administración Obama promueva una resolución en el Consejo de Seguridad que establezca parámetros para reiniciar las negociaciones y para resolver el conflicto un día antes de la toma de posesión de Donald Trump”. El magnate no podría revertir la resolución sin formar una nueva mayoría en el Consejo de Seguridad, algo que tendría difícil.
Acusación
Y es que diversos miembros del gabinete de Netanyahu consideran a Obama directamente responsable de la resolución de Naciones Unidas. El embajador de Israel en Estados Unidos, Ron Dermer, por ejemplo, aseguró ante las cámaras de CNN que la administración Obama se comporta como un “tren sin control”. “EU orquestó el ataque; estamos muy decepcionados. Los palestinos libran una guerra diplomática contra Israel y no quieren negociar la paz. Ahora una resolución les ha proporcionado munición para esa guerra”, afirmó Dermer.
Ya el domingo, David Keyes, vocero de Netanyahu, alertó a FOX News que su país dispone de información de inteligencia que confirmaría que Estados Unidos había proporcionado borradores de la resolución al Consejo de Seguridad, y Dermer agregó que están dispuestos a proporcionar toda esta supuesta información al equipo de Trump.
“No pondremos la otra mejilla”
Ante este escenario, Netanyahu apuesta por pedir a los miembros de su diverso e inestable gabinete que cierren filas, y que no se salgan del guión con declaraciones que puedan provocar a la comunidad internacional, como la del secretario Naftalí Bennet, que pidió el domingo que Israel se anexione partes de Cisjordania.
Netanyahu, ante las cámaras, se muestra firme pero prudente. “Somos un país con orgullo nacional, y no pondremos la otra mejilla”, advirtió este lunes. “Es una reacción sabia, agresiva y responsable, queremos dejar claro que lo ocurrido en la ONU es inaceptable. Esta respuesta tendrá una importancia duradera”, insistió.
