REINO UNIDO, (RT), 29 de septiembre de 2020 .- Los criados de la realeza británica se han negado a abandonar a sus familias para servir a la reina Isabell II durante el período de las Navidades. Para proteger a la monarca de un posible contagio por COVID-19, los empleados reales necesitarían mantenerse aislados en una ‘burbuja’ durante cuatro semanas.
Según el tabloide británico The Sun, a los funcionarios reales se les pidió brindar apoyo a la reina durante sus tradicionales vacaciones de fin de año en la casa de campo de la familia real en Sandringham.
Los criados supuestamente informaron que no están dispuestos a aislarse de sus seres queridos durante cuatro semanas, especialmente en el período de celebraciones familiares.
“La reina está furiosa”, aseguró una fuente consultada por el tabloide.
De acuerdo con información obtenida por el medio, participan en el motín unos 20 empleados, incluidos los de limpieza, de lavandería y de mantenimiento.