Al menos 45 personas murieron hoy en un ataque contra un autobús en el que iban miembros de una minoría chiíta en la ciudad portuaria de Karachi, en el sur de Pakistán, dijo el ministro de Información de la provincia de Sindh, Sharjil Memon.
Entre las víctimas mortales hay 16 mujeres. Al menos 11 personas resultaron heridas, informó la policía.
Al menos seis atacantes en motocicletas dispararon con armas automáticas desde todas direcciones contra el autobús. Los aproximadamente 60 pasajeros iban de camino a una mezquita.
El atentado fue reivindicado por una organización llamada Jundulá, vinculada a la milicia terrorista Estado Islámico (EI). “Vamos a seguir atacando a los infieles”, dijo un portavoz del grupo extremista sunita a medios locales.
Jundalá, un grupo escindido del movimiento talibán de Pakistán, juró el año pasado lealtad al EI, que controla amplias regiones de Siria e Irak.
El primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, condenó el hecho.
“Es un acto cruel de terrorismo”, dijo en Islamabad y prometió a los miembros de la comunidad ismaelita que los culpables serán perseguidos.
En Karachi, una ciudad de 20 millones de habitantes en su mayoría sunitas, son habituales los hechos de violencia por motivos religiosos o políticos.
Los miembros de la comunidad chiíta de los ismaelitas viven en asentamientos amurallados en Karachi y sólo se mueven en convoys debido a las amenazas de seguridad. Los ismaelitas son seguidores de un imán conocido como Agha Khan y si bien se los enmarca en la corriente chiita, también tienen diferencias con esta rama del islam.
El Agha Khan, que vive en Francia, señaló que se trata de un “acto sin sentido contra una comunidad pacífica”.
Con información de Dpa