En una acción parlamentaria que ya se preveía, y mediante la aprobación de 72 diputados contra 63 en votaciones, se aprobó el proceso de independencia de España para la eventual creación de la “República de Cataluña” en 2017.
Como reacción al hecho, el jefe de gobierno español, Mariano Rajoy, del conservador Partido Popular, firmó la solicitud al Consejo de Estado para presentar ante el Tribunal Constitucional un recurso contra la resolución, que paralizaría la declaración de ruptura por ser contraria a la Constitución española.
Los nacionalistas soberanistas del presidente catalán Artur Mas (derecha nacionalista) suman 72 diputados, 62 por parte de su partido Juntos por el Sí, y diez de la Candidatura de Unidad Popular (CUP de ultraizquierda). De este modo se dio el desafío previsto y se dio el primer paso oficial hacia la independencia de Cataluña por fuera del marco constitucional y estatutario de la Constitución española.
La vistosa, inédita e histórica sesión vio cómo una mayoría de diputados votó por el “sí” a los nueve puntos más un anexo de “reivindicaciones sociales” de la propuesta de resolución, frente a los 63 diputados que suman los opositores de Ciudadanos, Partido Popular local, Partido Socialista Obrero de Cataluña y la coalición de izquierdas Cataluña Sí se Puede.
La aprobación de las medidas se enfoca a “iniciar la creación de un Estado catalán independiente en forma de República. En el anexo incluido se detallan las primeras medidas a aplicar en temas sociales y fiscales en caso de que sea un hecho la creación de la República catalana.
No obstante, el liderazgo del presidente del gobierno regional catalán desde 2010 y candidato a la reelección, Artur Mas, está en juego. Mas se presentó a la reelección ante un Parlamento con mayoría independentista surgido de los comicios del 27 de septiembre, pero el partido aliado CUP, de izquierda radical, se opone a que se mantenga en el puesto.
El texto independentista fue defendido por Raúl Romeva, por parte de Juntos por el Sí, y por Anna Gabriel, de la CUP, dos intervenciones que abrieron la legislatura por parte de dos debutantes en la Cámara, instalada tras los comicios del pasado mes de septiembre.
Para el líder del PP catalán, Xavier García Albiol, el proceso de ruptura es “un proyecto de salvación personal de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) y de Artur Mas”, idea respaldada por el partido Ciudadanos en voz de su líder local, Inés Arrimadas. “Es demasiada casualidad” que los miembros de Convergencia se hayan “convertido en independentistas justo cuando han salido los casos de corrupción”, señaló.