Los círculos de poder sinofóbicos dominantes en Occidente, entrelazados con individualidades y organizaciones de origen chino con residencia en América y Europa, fraguaron y distribuyeron, a través de algunos de sus nodos propagandísticos, una narrativa que aseguraba que las Fuerzas Armadas de la República Popular de China habrían perpetrado un “golpe de Estado” para destituir y arrestar al Presidente Xi Jinping.
Está claro que el libreto practicado es básico y que adolece, técnica y objetivamente, de veracidad, en momentos en que la relación entre las esferas anglo-estadounidense y china es crítica a causa de la confrontación suscitada por los intereses y los planes civilizatorios opuestos que sustentan los actores involucrados.
Esta dispersión de falsedades, es previa a la apertura de la 20ª Edición del Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) e integra la guerra sico-informativa que, en el plano internacional, se produce directamente contra el Presidente Xi Jinping y las aspiraciones soberanas de China.
Sin duda, esta instrumentación persigue el cambio de poder interno con la exclusión en la toma de decisiones del Presidente Xi, el encadenamiento de la potencia asiática al atlantismo-mundialista y el finiquitamiento de la civilización china.
No obstante ello, prospera lo inevitable: esto es, el triunfo de Xi Jinping y la consolidación de su país como una base de poder global que tendrá vinculaciones fijas y recíprocas con otros estados nacionales para representar, conjunta y contrariamente al monocentrismo oligárquico de Londres y Washington, el pluriverso geopolítico.
Por consiguiente, se desenvuelve endógenamente lo siguiente:
1-La neutralización de amenazas adversativas y la depuración en el plantel político y administrativo de elementos que no estén alineados con el paradigma integral y el liderazgo actualizado, patriótico y policentrista de Xi Jinping para generar el fortalecimiento tanto del presidente como de sus aliados y socios.
2-El hundimiento de las posiciones de los clanes y agrupamientos afines a los Jefes de Shanghái
3-El crecimiento influyente de la perspectiva y los propósitos de los sectores del Ejército Popular de Liberación (PLA) que son renuentes a conceder situaciones y beneficios al duopolio EE.UU-Gran Bretaña.
Como resultado, el antiguo cuadro de base del PCCh, Xi Jinping, liderará su Tercer Mandato con lógica teórica, histórica y práctica en la “nueva era del socialismo con características chinas”; estimulando el espíritu de las masas, ampliando la cobertura social y popular, afianzando el desarrollo del consenso angular de la China preeminente del Siglo XXI, con riqueza experiencial y con sapiencia en el arte de gobernar con visión de futuro, propio de un jugador de Clase A Mundial.