MOSCÚ (Notimex) 03 de abril de 2018.- Rusia consideró hoy que la “llamada solidaridad europea” por el caso del exespía Serguei Skripal representa una amenaza directa para la seguridad del continente, además no descartó que el tema se pueda usar como argumento para aumentar los gastos en defensa por parte de la OTAN.
“La llamada solidaridad europea es un paso que empeora considerablemente la situación en la esfera de la seguridad y golpea un eslabón muy demandado en la actualidad, que es el sistema de comunicaciones entre Rusia y Occidente, necesario en esta época alarmante”, dijo el vicecanciller ruso, Alexander Grushko.
Según Grushko, “se trata de una gran provocación geopolítica y la solidaridad euroatlántica en estas circunstancias se convierte en una amenaza directa a la seguridad europea”.
“Pienso que también incide la situación en la que se encuentra Reino Unido y su gobierno por el Brexit ; está claro que esto sirvió para alinear a la Unión Europea (UE) y a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que se han relajado últimamente e inyectar una dosis de rusofobia en la opinión pública”, indicó.
En declaraciones a la cadena de televisión Rossiya 24, el vicecanciller ruso no descarta que el caso del envenenamiento de Skripal se pueda maquinar como argumento para incrementar el gasto en defensa por parte de la OTAN.
“Creo que todo esto fue ideado también porque en un futuro próximo tendrán que justificar ante la opinión pública a dónde va el dinero, porque se trata de unos gastos colosales”, sostuvo.
Explicó que esos gastos serán objeto de discusiones, y para realizarlos se necesita un gran enemigo, por lo que señaló que es absolutamente obvio que una gran provocación preparada por Reino Unido para lograr ese objetivo.
El exespía ruso y su hija Yulia fueron encontrados inconscientes el pasado 04 de marzo cerca de un centro comercial de la ciudad británica de Salisbury y las autoridades determinaron que habían sido envenenados con un agente nervioso de la era soviética.
Reino Unido responsabilizó a Rusia del envenenamiento del exespía y su hija, sin mostrar pruebas, además en represalia expulsó a 23 diplomáticos rusos y la cancelación de todos los contactos de alto nivel entre ambos países.
A Reino Unido le apoyaron otros 28 países, así como la OTAN, que derivo en la expulsión de un total de 153 diplomáticos y la llamada a consultas de varios embajadores.
Rusia, que rechaza las acusaciones por el caso Skripal, respondió de manera simétrica a 25 países, al ordenar la expulsión de 142 diplomáticos extranjeros, entre ellos 60 diplomáticos estadunidenses y revocando el permiso para el funcionamiento del consulado general de Estados Unidos en San Petersburgo.
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