El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, desató ayer una nueva polémica al pedir, por tuit, que se cancele el millonario contrato firmado por con la firma Boeing para fabricar un nuevo modelo del avión presidencial, conocido como Air Force One.
“¡Que se cancele la orden!”, afirmó Trump en un mensaje por la red Twitter. “Boeing está construyendo un nuevo 747 Air Force One para futuros presidentes, pero los costos están fuera de control, más de 4 mil millones de dólares”, según aseguró, sin presentar pruebas.
Veinte minutos antes del tuit de Trump, Dennis Muilenburg, director ejecutivo de la firma aeronáutica, dijo al diario “Chicago Tribune” que la compañía estaba preocupada por las medidas proteccionistas adoptadas por el ahora presidente electo, pues además de afectar la competencia, sus relaciones comerciales con China estarían en riesgo.
“No tanto”. De inmediato, las afirmaciones del magnate republicano se extendieron como pólvora entre los medios de comunicación y la atención creció cuando el mismo Trump bajó al vestíbulo de la torre que lleva su nombre en Manhattan para hablar con los periodistas que hacen guardia.
“Creo que es ridículo”, afirmó Trump refiriéndose al elevado coste del programa para fabricar el nuevo modelo del Air Force One. “Queremos que Boeing haga un montón de dinero, pero no tanto”, agregó el presidente electo, que retiró sus acciones de esa firma aeronáutica en verano.
Lío de números. La Casa Blanca entró en la polémica y mostró su extrañeza por el anunció de Trump y por lo abultado de la cifra, que de inmediato fue desmentido por el Pentágono, mostrando un reporte presupuestal que pone en evidencia al presidente electo, ya que señala que el proyecto aprobado por la Fuerza Aérea para la fabricación de dos nuevos Air Force One es de mil 600 millones de dólares.
Por su parte, la compañía Boeing también reaccionó de inmediato y dijo en un comunicado que apenas se encuentran en una “etapa de reconocimiento”, y que su contrato inicial es de apenas 170 millones de dólares.
Medios locales apuntan que estas dos unidades tienen un costo de unos mil 650 millones de dólares, por lo que se desconoce cómo ha podido llegar Trump a esa cifra de 4 mil millones.
Jason Miller, uno de los portavoces del equipo de transición presidencial, no ofreció detalles al respecto cuando fue consultado por los periodistas.
