BRASIL, (Sputnik), 28 de octubre de 2020 .- Científicos de dos universidades brasileñas avanzan en el desarrollo de una vacuna contra COVID-19 que se aplica a través de un spray nasal y no una inyección. Los investigadores destacan que su forma de aplicación solucionaría varios problemas y ya idean un plan para que sea producida a gran escala.
Una novedosa vacuna que elimine al COVID-19 desde la “puerta de entrada” al organismo podría ser realidad gracias al trabajo de un grupo de investigadores brasileños, que avanza en el desarrollo de una vacuna nasal contra el coronavirus capaz de inmunizar a la persona desde su propia mucosa.
Laura de Oliveira Nascimento, investigadora de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas de Unicamp, explicó, en declaraciones difundidas por la propia universidad, que “está comprobada la ventaja de proteger a la persona en la entrada viral porque consigues tener inmunidad en la mucosa nasal, lo que evita la entrada viral y una posible residencia por corto tiempo del virus, inhibiendo la contaminación de otras personas”.
Pero la vacuna nasal también tiene, según los investigadores brasileños, importantes ventajas operativas. Al aplicarse a través de un spray, no requiere personal con capacitación específica para su aplicación.
Como última ventaja, los investigadores mencionan que fue hecha con “tecnología 100% brasileña”, lo que permite al país sudamericano contar con una alternativa para la inmunización que no dependa de otros países.
El problema de la escala
El proyecto de la vacuna comenzó con el desarrollo de un antígeno basado en una molécula proteica que activa al sistema inmune del cuerpo contra el virus. Luego, los investigadores se valieron de nanotecnología para aumentar la concentración del antígeno.
Marco Antonio Stephano, profesor de Inmunología de la USP y coordinador del equipo que desarrolló la vacuna, explicó que el polímero que compone el antígeno también es mucoadherente, lo que asegura que permanezca “dos o tres horas en la mucosa” luego de ser aplicado, tiempo suficiente para que sea absorbido por el organismo. Una vez que eso pasa, el sistema inmunológico comienza a producir dos anticuerpos: la inmunoglobulina G, que permanece en la circulación sanguínea, y la inmunoglobulina A, que permanece en las mucosas.
Superada la etapa del desarrollo de la vacuna, los investigadores brasileños enfrentan el desafío de lograr producir una vacuna a gran escala, capaz de inmunizar a grandes cantidades de personas. Para eso, deben poder replicar la composición de la vacuna en grandes cantidades, cuidando de mantener las características físico-químicas de la vacuna, diseñada originalmente en un rango de tamaño nanométrico.