Benjamín Serment, el joven de 22 años acusado de contratar a ex policías para asesinar a sus padres, ofreció su primera entrevista televisiva, tras ser acusado formalmente por la Procuraduría de Justicia local por homicidio en pandilla. En el encuentro con el conductor Joaquín López Dóriga, el imputado afirmó ser inocente.Sin embargo, Enrique Cossío, experto en lenguaje corporal y asesor de instituciones como la UNAM y la Academia Internacional de Formación en Ciencias Forenses dijo que el joven evidenció su responsabilidad al parpadear demasiado y hacer largas pausas en sus respuestas.
“Tiene una carga mental. Los patrones de parpadeo normales es de 20 por minuto. Si cambian es indicio de que piensa a gran velocidad”, explicó el experto a Crónica.
En la entrevista, que dura casi 30 minutos, Benjamín reconoció haber tenido problemas con sus papás, pero negó haberlos asesinado. Incluso afirmó que los extraña.
“Es una situación difícil, sinceramente no voy a mentir, extraño a mis padres, extraño verlos, extraño no estar con ellos”.
—¿Cómo era la relación con tus papás? —le preguntó el conductor.
—No le voy a mentir, teníamos problemas, como todo padre e hijo. Discutíamos de vez en cuando, reíamos de vez en cuando […] Lo que hacían lo hacían con la mejor intención para mí- respondió.
—¿Alguna vez te enojaste tanto con ellos que dijiste ‘los quiero matar’? —insistió.
—No. Nunca. Lo más que llegué a hacer es me quiero desaparecer, poder hacer mi vida, quiero salir de aquí y no volver a tener contacto con ellos. No. Matar a alguien me parece no sólo un acto de barbarie, sino que también es… Nadie puede juzgar”, contestó entre pausas.
El joven narró que sus padres eran unas “personas difíciles”, ya que les costaba mucho expresar sus sentimientos. Por ello, expuso, comenzó a ir al psiquiatra para que pudiera darse cuenta que lo que hacían sus padres era lo mejor para él.
Benjamín hizo una retrospección de lo que sucedió aquél 27 de agosto, cuando fue asesinado su padre, el cineasta León Serment. Aquella noche, ambos fueron aparentemente asaltados, pero sólo a su padre le dieron 46 puñaladas; el joven quedó ileso.
“Dijeron que yo no había hecho nada para salvar a mi señor padre. Yo esperaba, sinceramente, que no hubiera la necesidad de defenderlo. Confié que él actuara de manera pacífica, que siguiera órdenes, que no pasara nada […] Yo estaba encañonado en el suelo. Mi pensamiento fue ‘mantén mi vida, no hagas estupideces”, narró.
Respecto a la muerte de su madre, dijo que al salir de su vivienda, cerró la puerta, pero no colocó la chapa de seguridad. En la entrevista dijo que su madre tenía miedo, pero desconocía la razón.
Benjamín admitió conocer a Alfredo Domínguez y Sarahí Navarrete, señalados como autores materiales de los asesinatos. Esta última, contó, era amiga de su novia, Pamela Soto Miranda, quien también fue involucrada en el homicidio.
—¿Niega ser el autor intelectual de la muerte de sus padres? —se le cuestionó.
—Niego ser el autor intelectual de la muerte de mis padres.
Sus expresiones dicen lo contrario
Crónica consultó al especialista Enrique Cossío sobre la forma en que se comportó Benjamín en la entrevista y comentó que pronunció en 10 ocasiones la palabra “sinceramente”, como una forma de darle credibilidad a su mentira.
En una de las partes de la charla, en la que el conductor le pregunta al joven si se reunió en el Metro con los autores materiales de los homicidios, el experto analiza:
“Oculta la cara con su mano, lo que puede indicar culpa, una emoción consciente que refiere haber sido el causante de un daño a una persona. Es una de las emociones que puede traicionar a una persona si miente”.
De acuerdo con Cossío, Benjamín presenta otros signos, como hablar pausadamente cuando explica la muerte de su padre y de su madre.
El joven también presenta “manipuladores”, específicamente cuando se entrelaza las manos de forma apretada.
“Puede ser señal de nerviosismo o de que intenta calmarse. Lo hace al momento en que le leen la declaración del asesino”, explicó.
(Nota de Ruth Barrios Fuentes para La Crónica)